Una producción industrial que sirve para matar, una labor "maquillada y ..."tergiversada" en la España que de manera enérgica exige la paz en el mundo.
Dicen, los más informados, que hay más de 100 millones de minas con mecanismos y detonadores listos para por pisada o aproximación, reventar cuerpos prohibiendo que exista vida en ellos. Los expertos apuntan que son 64 países con riesgo de cercenar lo dicho anteriormente, y que otra cantidad igual permanece almacenada para ser exportada y distribuida en cualquier momento.
Los fabricantes son muchos, refiriéndonos en esta ocasión a los países proveedores europeos, Reino Unido, Francia,
Suecia (el país que concede el paradójico premio Nobel), Portugal y España, convirtiéndose nuestro país en el séptimo exportador de armas del mundo.Con tecnología precisa destacamos a Bressel, Fabricaciones Extremeñas. Unión Española de Explosivos, Explosivos de Burgos y Explosivos Alaveses, como firmas especializadas en la fabricación de minas antipersona, correspondiendo la larga lista de las 186 empresas que mejor se cotizan en este tipo de sector.
Después de producir, distribuir y sembrar, hay que indicar un precio para cada operación, al igual que añadir en los posteriores trabajos de desactivación, aunque tristemente por cada cuatro o cinco mil según el área geopolítica, una persona se contrae, sufre y muere, y dos quedan con heridas de muy severa consideración.En el año 2015, España declaró más de 3.720 millones de € en venta, Sólo en 8 años se cuadriplicó la facturación, de los cuáles el 38% se destina a la UE-OTAN, 18 % a Emíratos Arábes, 15% a Australia, 10% a Arabia Saudíta, y resto con menor importe, tal es el caso de Venezuela.
La situación del sector de la defensa en España con respecto a su nivel de negocio desde 1995 puede considerarse de excelentes resultados, precisamente desde que se remodeló un equipo ministerial más preocupado del tema comercial que había que proponer a los países receptores de una oferta de equipamiento armado claramente competitivo con los tradicionales suministradores, lo que ha supuesto también una notable inversión en I+D y su desarrollo internacional, incluyendo además del terrestre, naval, informático, eléctrico el que afecta al aeroespacial, siendo el grupo europeo EADS que concentra el mayor índice de preferencias de colaboración estratégica.
Todas las empresas suman una plantilla cercana a las 250.000 personas, de las que casí 21.000 corresponden a una dedicación integra al sector defensa, llegando a los casi 46.000 millones de euros, 2200 se concentran en defensa interior, importando 375 millones y exportando 890 millones de euros.
Como se puede comprobar no sólo permitimos que los mayores exportadores del mejor aceite de oliva español sean italianos, que el buen jamón se ponga a precios de escándalo cuando China es uno de los principales importadores, y que la comercialización de productos bélicos a mediadores que ocultan el último destino de entrega, sea exitosa para un mercado en expansión.
Si existía alguna duda, certificamos que España también suministra a buen precio armamento y tecnología de muerte de reconocido marchamo, y con mucha hipocresía y destreza suficiente para enmascarar las operaciones de compra-venta, realza a la vez el discurso de su preocupación para que se ejerza a rajatabla el protocolo de derechos humanos y la paz en el mundo. A las interpelaciones y en "off the record", siempre aparece la respuesta clásica de que no intervenir lo harían otros, con la consiguiente pérdida de empleo, inversión y colaboración con países de nuestro cercano occidente En conclusión, el mercadeo de la defensa a escala global es extraordinariamente dinámico, y que de las 186 empresas españolas involucradas existe una diferenciación útil, práctica y cambiante, ya que para determinadas facturaciones de riesgo y responsabilidad se suelen modificar o relevar personas del accionariado de forma puntual, que después de la entrega, cobro y no dejar huella, vuelven a intervenir como subsidiarios representantes de compañías de inversiones de riesgos. Nunca mejor dicho, verdad ?.