
-Nicolae: «En Alemania es muy arriesgado robar, no es lo mismo que en España; en España te dan a firmar y ya está.
-M: Sí, pero al final sí que salen los juicios.
-Nicolae: Da igual porque no pasa nada, te envían a tu casa y ya está. En cambio, en Alemania a la primera metedura de pata tienes problemas.
-M: Hay que tener cuidado porque los tontos han aprendido mucho.
- M: ¿Os han sacado las huellas?
- R: No, sólo hemos firmado, todavía no hemos puesto las huellas.
- M: Mañana a las doce os llevarán al Juzgado y a las doce y media os soltarán, no pasará nada. ¿Os han cogido dinero?
- R: No, no.
- M: Entonces, no te preocupes que no pasará nada."
El texto anterior es parte de una conversación interceptada por agentes de Policía Judicial española que seguían a una banda de rumanos dedicada a robos en polígonos. Los "tontos" a los que se refieren son los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, los mismos que ven con impotencia como tras meses de investigaciones un grupo organizado de delincuentes queda en libertad nada más ser detenido, o si hay suerte en los meses siguientes. Los criminales que viven de los hurtos, los robos con fuerza y los robos con violencia se escapan por las rendijas del sistema judicial y quienes se dedican a perseguirlos advierten de que si no se toman medidas es imposible atajar esta delincuencia, que no hace más que crecer.
Las cárceles españolas están saturadas y el gasto del Estado en el mantenimiento de presos es enorme, lo que impulsa al sistema a ser permisivo y a dejar a ladrone y criminales en la calle, todo un peligro para una ciudadanía que, además de más pobre y esquilmada por los impuestos, se siente cada día más desamparada por la autoridad.