Revista Belleza
Los granados fueron traídos a España, en concreto a Granada, ciudad de la que toma su nombre, alrededor del año 800 dC por los árabes.
Debido a las muchas semillas encontradas frutas de Granada, fueron consideradas como un símbolo de fertilidad por las antiguas culturas de Egipto, Grecia y Roma.
El escritor griego Homero ya hablaba en sus obras sobre las granadas de Siracusa, en la isla de Sicilia.
La Biblia también muchas referencias a la Granada y la imagen de la fruta fue utilizada como motivo en esculturas que se encuentra en el templo de Salomón en Jerusalén, Israel.
El aceite de semilla de granada
El aceite de semilla de granada es un aceite extremadamente rico y nutritivo con efectos beneficiosos para la salud.
No solo posee un elevado nivel de polifenoles y antocianos que ayudan a luchar contra radicales libres y el envejecimiento de la piel, también posee un elevado nivel de ácido elágico (retinol natural presente también en el aceite de rosa mosqueta) y ácido punicínico.
Su elevado precio es debido al costoso proceso de extracción y a la gran cantidad de materia prima necesitada para ello, casi 100 kg de semillas dan lugar tan sólo a medio litro de aceite.
El aceite de granada en cosmética esta indicado para pieles secas, desvitalizadas, para el tratamiento de arrugas y para afecciones como eccema, dermatitis y psoriasis.
Sus propiedades estrogénicas lo convierten en un tratatamiento ideal para la piel madura asi como la conjugación de sus ácidos grasos proporcionan una potente acción antiinflamatoria para pieles irritadas.
Recientes estudios llevados a cabo por la Universidad de Michigan han demostrado no solo sus efectos beneficios para la epidermis sino también su acción como estimulador de la producción de keratina en la piel.
Esta crema ayudará a suavizar y mantener hidratadas la fina piel del contorno de ojos. Combinamos el efecto tonificante sobre la piel de la granada y la rosa, con el aceite de albaricoque que es muy rico en ácidos oleico y linoleico. Se absorbe rápidamente sin dejar sensación grasienta.
Ingredientes
1 cucharadita de aceite de hueso de albaricoque
1 cucharadita aceite de aceite de semillas de granada
1 cucharadita de cera de abejas
1/2 cucharadita agua de rosas
1 cápsula de vitamina E
¿Cómo la preparamos?
Deshacer primero, la cera de abejas al baño María, y después añadir el aceite de hueso de albaricoque y el aceite de semilla de granada.
Mezclar bien y dejar enfriar.
Mezcla el agua de rosas y la vitamina E, añadir media cucharadita a la mezcla anterior y homogeneizar.
Almacenar en un tarro con tapa.