El asesinato de dos guardias civiles en Barbate ha disparado la indignación ciudadana y el rechazo al gobierno de Sánchez hasta niveles inéditos. Esos crímenes, causados por la falta de medios adecuados y la mala política del Ministerio del Interior, junto con la negativa del ministro Marlasca a dimitir y las relaciones y pactos con los golpistas catalanes y los ex terroristas vascos, además del avance hacia la amnistía y otras bajezas, están logrando que el asco inunde España, ya infectada de asco por asuntos como la corrupción y las sangrientas y crueles guerra de Ucrania y Gaza. Casi mil millones de seres humanos padecen hambre extrema, la que causa la muerte. Es un dato que alimenta el asco del ser humano, como también lo alimenta que 4.200 millones de personas carezcan de retretes en sus casas y de sistemas de saneamiento de las aguas que beben. La injusticia, la corrupción, la tiranía, la mentira y la esclavitud camuflada producen asco en cantidades industriales. Es probable que el asco sea ya la enfermedad más letal del siglo. El sanchismo está alimentando generosamente esa maldita plaga. España, por culpa del asco, empieza a ser un país con arcadas. Publicamos hoy un interesante comentario de Mentalmente, que hemos actualizado con algunos retoques y datos, que analiza la sucia inundación de asco que sufren España y el mundo. ---
España se muere de asco. Los españoles se mueren de asco. Asco por sus gobiernos, por los demás, por su país, por sí mismos, por el resto del mundo, por todo.
El asco es una de las emociones básicas según muchos expertos, y esta emoción, a mi modo de ver, será la gran pandemia que azote a la especie humana, si no logra resolver la causa subyacente.
La enfermedad del asco puede derivar en comportamientos violentos hacia otros como autodestructivos. Y también comportamientos cada vez más extraños, que pueden catalogarse de "locura", así como pensamientos delirantes y alucinaciones.
Cuando vean en la calle gente encerrada en sí misma, violenta, gente que habla sola, gente que se suicida, y que parece que a nadie le importa nada cuando pasa algo a su lado. Están ante este fenómeno.
Me he atrevido en otros comentarios a predecir que en el futuro lejano la gente se iba a enfermar de la cabeza sin poder curarse con ningún tratamiento conocido. Pues esto es esa misma enfermedad. Pero con notables diferencias, será global, ya estará diagnosticada, será más grave y además parecería que no habría una cura de verdad.
El asco que tenemos hoy en día todavía está localizado, delimitado a culturas y territorios concretos. La humanidad es capaz de expresar su asco en diversas formas y actos, y con ello se cura, y se alivian sus síntomas, porque el contexto exterior es afectado por dichas expresiones, dando como resultado un contexto general donde existe libertad real, aunque a veces esté más o menos oprimida.
Esa libertad real, ese contexto exterior poco a poco va a ir desapareciendo, convirtiendo prácticamente en casi nada la inteligencia humana, haciendo que cualquier cosa que se diga o se haga no afectará al mundo y no cambiará nada. Ahí es cuando la cosa se podrá grave.
Toda especie inteligente necesita que esa inteligencia tenga una razón de ser. La principal razón es la libertad humana. Cuando ésta se cancela, se ataca la razón del ser inteligente y empieza el gran drama.
Mentalmente