España sigue siendo un concepto discutido y discutible

Y seguimos hablando de los socialistas… y lo que te rondaré morena, como diría el castizo. Y es que por todos es conocido el último desaire de los socialistas catalanes rompiendo la disciplina de voto en el Grupo Socialista del Congreso de los Diputados, esta vez en relación a la moción presentada por Unión Progreso y Democracia sobre el derecho a decidir. El PSOE se está perdiendo en las tensiones territoriales, ha entrado en un laberinto muy peligroso que puede conllevar una fractura muy importante en la primera organización política de izquierdas de este País. Alfonso Guerra, por ejemplo, ha pedido que el PSOE rompa con el PSC y vuelva a recuperar su presencia directa en Cataluña, algo con lo que coincido y que creo sería lógico y beneficioso para España; pues como ya dijimos hace tiempo “el PSOE no es un partido nacional”, pues en Cataluña carece de presencia y en el Senado los socialistas catalanes no están integrados en el Grupo Socialista, sino con ERC e Iniciativa. Pero volviendo al principio, el PSOE había decidido abstenerse en relación a la citada moción presentada por UPyD, abstenerse para no incomodar a los 14 diputados del PSC, pero entre Susana Díaz, Guillermo Fernández Vara, Manuel Chaves y Alfonso Guerra hicieron piña y movieron los cimientos del grupo parlamentario, logrando el cambio del sentido del voto y el apoyo a la iniciativa del partido de Rosa Díez, forzando a los diputados del PSC a retratarse y a romper la disciplina de voto, una vez más esta legislatura. Esta situación descrita, unida a las actitudes de otros socialistas en Tafalla o en Villaba, puede ser muy peligrosa para los intereses de los actuales dirigentes socialistas, en especial para Alfredo P. Rubalcaba, pues deja patente las diferencias existentes dentro del PSOE, diferencias de raíz que si no se atajan pueden acabar dividiendo al propio Partido. A mí personalmente me preocupan muy poco estos problemas en el seno del PSOE, pero a una parte de la ciudadanía si les preocupa y difícilmente confiarán en un partido político con tantos problemas y con un proyecto político nada definido, y es que para los socialistas España sigue siendo un concepto discutido y discutible.