Hace unos días conocimos la terrible noticia de la aceleración de la pérdida de esta valiosa especie, cuya pérdida supondrá, antes o después la desaparición de la humanidad.
Y os preguntareis porque tienen tanta importancia, pues bien, las abejas participan en la polinización de las plantas, facilitando así la reproducción de las mismas.
Las abejas se dividen en tres tipos:
La Reina, su objetivo es exclusivamente la reproducción. Tan sólo hay una reina por cada colmena.
Zánganos: su único objetivo es fecundar a la reina, pasado este proceso mueren.
Obreras: son el elemento clave en la supervivencia del tejido vegetal, y de la humanidad, son las que polinizan las flores, a parte de esta actividad realizan multitud de funciones: realizan la miel, producen el alimento que consume la reina,...
El Ser Humano, donde yo me incluyo, debe aprender de una vez que nuestros objetivos como colectivo, no deben ser opuestos a los de los seres con los que convivimos, y si es así, minimizar los daños sería lo correcto. Si se produce la extinción de esta preciosa especie, la humanidad se enfrenta a una catástrofe sin paliativos, es por ello que debemos cuidarla, y estudiarla, para comprobar si de alguna forma se puede conseguir la reinstauración de esta especie.
MIEL, ¿NOS JUGAMOS A PERDERLA?
Determinadas zonas cómo la Alcarria, en Guadalajara se verían enormemente afectadas puesto que miles de personas viven en esta comarca del fruto que nos donan las abejas, la miel.