Evitar procedimientos prolongados, dice, agilizar las resoluciones, garantizar las salidas en caso de rechazo, reforzar la dimensión exterior del sistema —en el que la Comisión está siendo especialmente activa— y crear sistemas seguros de llegada y acceso, como los que se ensayan en los distintos modelos de reasentamiento, y un rol reforzado de EASO (European Asylum Support Office), son otros elementos de la propuesta. Con ella, la Comisión estaría intentando defender los viejos consensos para armonizar el asilo, reforzando el sistema sin poner en cuestión ninguno de sus fundamentos.La pregunta que debemos hacernos, añade, es si es realista pensar que las resistencias extremas de los Estados disminuirán una vez los reglamentos propuestos reemplacen las actuales directivas, y si una mayor disciplina será suficiente para restaurar el sistema de Dublín. La experiencia de esta crisis, que ha causado enormes sufrimientos adicionales a las personas que huían de sus hogares, y ha puesto en cuestión valores fundacionales y elementos nucleares del proyecto europeo, como la libre circulación interior, parecería desaconsejar propuestas más ambiciosas. Pero es difícil creer que seguir haciendo lo mismo de manera reforzada vaya a lograr que el sistema gane en coherencia y robustez.Entre 2015 y hoy, continúa diciendo, algunas cosas han cambiado en la Unión. El racismo y la xenofobia ya no parecen avanzar inexorablemente por caminos despejados y desde posiciones políticas centrales empieza a hacérseles frente. Por otro lado, el europeísmo ha dejado de ser tabú y la salida de Reino Unido remueve algunos obstáculos antes insalvables en el proceso de integración. Cierto es también que el asilo y la migración son elementos con fuerte carga divisiva, y que cualquier reforma que refuerce el sistema de asilo común va a ser extraordinariamente complicada. Pero precisamente por ello, porque el coste de la reforma va a ser en todo caso alto, ¿no sería razonable salir de esa postura defensiva y, trabajando sobre los viejos consensos, plantear nuevas ambiciones? Sabemos adónde debemos llegar, a un sistema verdaderamente común, garantista y a la vez ágil. Esto debería implicar, como decíamos en esta misma tribuna al principio de la crisis, determinar en un primer momento, con la participación de EASO, cuándo un solicitante de asilo debe ser acogido en la Unión, y en un segundo paso, dónde debería hacerse efectiva su acogida, generando así un verdadero espacio común con la implicación de todos, instituciones comunitarias, Estados y organizaciones internacionales, además de ciudadanos y ciudadanas que demuestran más compromiso y capacidad de acción de la que les atribuían sus dirigentes. Este sistema europeo de asilo de verdad evitaría incentivos para incumplir las normas de Dublín, tanto por parte de los solicitantes de asilo como de los propios Estados; además, facilitaría la acción exterior que la Comisión ha emprendido en este ámbito.El Día Mundial del Refugiado, concluye Terrón, es un buen momento para recordar la responsabilidad europea con la institución del asilo y con quienes necesitan de ella. Un buen momento para ser de verdad realistas y renovar la ambición de construir un espacio interior de libertad, seguridad y justicia capaz de proyectarse hacia el exterior.
Dibujo de Nicolás Aznárez para El PaísY ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendtHArendt
[email protected]La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)