Revista Comunicación
Qué reconfortante es ver cómo algunos creadores nos ofrecen ciertos productos arriesgados y originales, aunque tengan todas las papeletas para darse de bruces a las primeras de cambio. Y qué trágica es esa ley que dice que, si quieres innovar un poco en la televisión en abierto, empieza primero por cavar dos tumbas; una para tu serie, y otra para las ilusiones que le acompañan. Así está el patio, y así poco se puede hacer al respecto. Resumiendo: Qué injusto es el dios de la tele con algunos proyectos.
Porque la primera realidad es que Awake nació herida de muerte simplemente por tener una premisa más compleja de lo habitual, original y diferente, en un lugar donde no suelen ser bien acogidos este tipo de productos. Su creador Kyle Killen ya lo sabía de sobra cuando otra de sus criaturas (Lone Star) corrió la peor de las suertes el año pasado, y aun así tuvo la valentía de intentarlo de nuevo con un producto similar. Desde aquí le animamos a que no deje de intentarlo nunca, o mejor, que directamente se vaya a un canal de cable que éstos si suelen estar más por la labor de arriesgar...
Porque la segunda realidad es que Awake puede que no llegue muy lejos, pero ya merece un gran aplauso por habernos hecho pasar unos estupendos primeros cincuenta minutos de muy buena y estimulante televisión. Creo que su gran acierto ha sido meter un montón de géneros distintos en una coctelera y sacar un jugo bastante original y personal de una mezcla que, en principio, estaba destinada a saber algo anodina. Por otra parte, un estilo de premisa que ya hemos visto varias veces en los últimos años, pero que igualmente sabe a delicioso néctar televisivo casi con denominación de origen.
En Awake podemos encontrar como máximos referentes la última temporada de Lost (cómo no), las realidades alternativas de Fringe (la más evidente), el buen drama que caracteriza a los canales de pago (lo mejor del conjunto), y cualquiera de los policiales que habitan en la CBS o en cualquier otra cadena en abierto. Y aquí esté quizá su talón de Aquiles. Si deciden llevar la serie más por ese lado que por los otros antes mencionados, que son evidentemente los más interesantes, aunque también los más difíciles de digerir para los televidentes ocasionales (o sea para la gran mayoría), quizá se convierta en un producto más asequible pero que por el contrario no acabe gustando a nadie por no atreverse a mojarse del todo. Me gustaría decir que lo comprobaremos pronto pero, me da a mí que tal como va de audiencias, nos quedaremos con las ganas de saber hasta donde hubiera podido llegar.
Más me vale irme a la cama ahora mismo, a ver si mañana me levanto en una realidad alternativa mejor, donde productos como éste sean todo un éxito televisivo. Pasado mañana vuelvo y os cuento que tal están las cosas por allí.