Desde las cortinas con mazorcas de la cocina de Marge hasta la mancha de aceite del coche frente al garaje de Homer. La casa mostraba incluso el coche morado de la familia aparcado delante de la puerta. Los arquitectos cuidaron cada detalle y, en vez de moqueta, decidieron pintar el suelo para conseguir una mímesis perfecta con el dibujo animado. Las latas de cerveza Duff de Homer, la comida del Pequeño ayudante de Santa Claus, la casa del árbol de Bart o tres trajes idénticos en el armario de cada personaje son solo algunos de los miles de detalles que inundan esta casa de dibujos animados.
Los arquitectos de Kaufman and Broad pasaron cientos de horas viendo capítulos de la archiconocida familia no solo para plasmar cada detalle, sino para definir la situación de las habitaciones y cómo los personajes se movían de un espacio a otro. Manny Gonzalez de Los Ángeles, que vio más de 100 capítulos, dice que sus hijos fueron los que más disfrutaron de aquel proyecto.
Una vez terminada la casa, que se sitúa en el 712 de Red Bark Lane, hubo que esperar al 31 de octubre para conocer al ganador del concurso que Pepsi había organizado en colaboración con FOX. El número ganador fue anunciado durante la premiere de la temporada, el 978065. Sin embargo el ganador rechazó su premio alegando que quién en su sano juicio iba a querer vivir en una casa pintada de 27 colores estridentes y que supondría un señuelo para el público de todo el mundo.
¿Quién en su sano juicio iba a querer vivir en una casa pintada de 27 colores estridentes y que supondría un señuelo para el público de todo el mundo?
No sería hasta finales de Noviembre cuando se anunciase un nuevo ganador. Barbara Howard, de Richmond (Kentucky), fue la elegida entre más de 15 millones de solicitudes desde cada rincón del país. Barbara había mandado el código de una botella de Brisk Iced Tea, bebida que solía tomar. Sin embargo, esta afortunada abuela con 13 nietos, jubilada de su trabajo en una fábrica y cuyo marido criaba vacas, avestruces y tabaco no estaba dispuesta a dejar su granja de más de 100 hectáreas.
Aún así viajaron a ver la casa después de Navidad y estaban dispuestos a ocuparla pero, lamentablemente, su hermano cayó enfermo de cáncer. Barbara decidió tomar el valor económico de la casa, 75.000 $ y permanecer en su vieja granja para poder ayudar a su hermano.
La casa fue repintada y hoy permanece casi irreconocible entre las demás de no ser por el dibujo de Homer y la firma de Matt Groening que muestra el pavimento frente a la entrada.