Revista Cine

Especiales: El valor de una idea

Publicado el 07 julio 2010 por Elchapa
Yo, El Chapa, quien escribe este blog y se encarga de que haya contenidos y discusiones interesantes y todas las demas cosas, estoy enfermo. Hace 3 días en cama, tuve la posibilidad de ver algunas películas al azar que podrían configurar un buen post...ya veremos. Ahora no quiero quedarme más de dos minutos, así los dejo con Joaquín Urdinez, cuyos especiales son tradición en este blog. Le agradezco a Urdinez por salvarme las papas, sin saberlo, y hacerlo además con un especial brillante.
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Para los que no me tienen presente – intuyo que todos menos el querido autor de este espacio- suelo invitarme de tanto en tanto a aportar algún bocado a esta linda manía que muchos tienen, que es la de opinar de cine o de cuestiones, que sin necesariamente ser cine, ocupan las vecindades del séptimo arte. Menos por falta de ideas que de tiempo, es la razón por la que escasas veces participo en éste espacio, aunque –para serles sinceros- me aconsejaron escribir cada tres o cuatro meses, tiempo suficiente como para que se olviden de lo que escribí, o por lo menos que me perdonen (Dios así lo quiera).
Valoro muchísimo la creatividad de algunos directores, escritores y tantos otros personajes más de la jerga, pero creo que quiénes obtienen mi respeto son aquellos que trabajan para lograr la máxima excelencia a partir de una idea, y que en caso de no tenerla, desaparecen del plano hasta encontrarla. Estos hombres y mujeres no responden a la Industria Cinematográfica sino que se valen de su condición de artistas. Hablo del cine, porque es el tema que le atañe a éste blog preferentemente, pero tranquilamente podría estar hablando de literatura, y por qué no de música, término más familiarizado con el mundo de los negocios que con el de los sentimientos.
La imagen de Damián Szifrón encaja a la perfección con lo que quise expresar unos renglones más arriba. Un director y guionista que apuesta a la excelencia, a la calidad y no a la cantidad, un argentino talentoso que aparece poco, pero cuando lo hace nos agasaja, y notamos su ausencia justamente porque se hace sentir cuando está presente. “Me gusta hacer pocas cosas muy buenas, esa es la filosofía. Yo trabajo con la imaginación, esa es la materia prima” decía en una entrevista el joven director.
He leído varias veces en éste blog – o por lo menos una – comentarios acerca de cuán distantes son los estilos de Campanella y Trapero, y a la vez tan exquisitos. Campanella desde esa argentinidad nostálgica y romántica, que siempre nos roba un suspiro de esperanza. Con su estilo “hollywoodense” tan presente en algunos detalles… (Es que es cierto, siempre tuvo al Oscar entre ceja y ceja).
En el otro rincón, Pablo Trapero, un tipo que no tiene miedo en mostrar la cara más miserable de la Argentina. Un entendedor de las mezquindades nacionales, que sabe combinar los escenarios, los sonidos, las palabras a la perfección, nutrido seguramente en conceptos de una escuela de cine quizá mucho más independentista que la de Campanella.
En un tercer plano encontramos a Szifrón, que al igual que los anteriormente nombrados, también apostó a la acción, al suspenso, aunque bien sabemos que su fuerte es la comedia. Género manoseado por tantos directores argentinos, quienes creen que uno se ríe de cualquier estupidez (sobresalen en éste rubro aquellos que piensan que los remakes de las películas de Olmedo son buenos). El de Damián se trata de un humor acertado, digno de alguien que entiende la picardía porteña. No se trata de grandes bromas, ni de gente diciendo payasadas, no, no. Son los personajes perfectos, diciendo las palabras justas. Lo cito nuevamente, “En cuanto a mi cine, me gusta evitar la solemnidad, y apostar al humor. La comedia es un género muy rico, aunque muchas veces sea desvalorizado”.
Especiales: El valor de una idea
A mi pobre entender de cine y series de televisión, creo que Szifrón es un gran director por ser un gran guionista. El sabe qué mostrar y cómo mostrarlo, porque así lo figuró en su cabeza cuando lo escribió. Pienso y creo que son peores las películas con grandes producciones y pobres guiones que viceversa y pienso también que es que gracias a sus guiones muchos actores dieron el “batacazo” trabajando para él.
No quisiera terminar el posteo sin por lo menos hacer una breve reseña de Los Simuladores, un trabajo magnifico, particularmente mi preferido de los de Szifron. Me cuesta y mucho recordar una serie argentina que se acerque a la grandeza de ésta. Supo reunir a los cuatro indicados – me refiero a Seenfeld, D´Elia, Peretti y Fiore- ¿Qué hubiera sido de los Beatles si hubiera habido otro en vez de Ringo, Paul, John o George? Creo que lo mismo que si hubieran cambiado a uno de los cuatro simuladores (sepan disculpar la exageración).
Agradezcámosle a gente como Szifrón, que indirectamente combaten un poco la estupidez con que nos tiene acostumbrado la TV argentina, de la cuál siento más vergüenza que lástima. Lamentablemente sus apariciones son menos frecuentes que sus desapariciones… a mí me gusta creer que durante su ausencia está pensando en algo con que volarnos la cabeza una vez más.
Salute Sospechosos!

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