Especialista da a conocer las lesiones más habituales en la práctica del ciclismo

Por Aníbal Debandi, traumatólogo.
Si bien las lesiones traumáticas son frecuentes, las que se producen en la extremidad inferior (músculo-tendinosas) producto del sobreuso o sobreesfuerzo, son las más habituales.
Por Aníbal Debandi, traumatólogo Clínica MEDS
Beneficios de andar en bicicleta
El ciclismo es un deporte al alcance de todos y con excelentes beneficios para el organismo especialmente para el sistema cardiovascular, respiratorio y músculo-esquelético. Mejora la capacidad física y eficiencia cardíaca, disminuye el porcentaje de grasa corporal y niveles de colesterol, incrementa la densidad ósea, mejora el rango de movimiento de las articulaciones y aumenta la elasticidad y resistencia de tendones, músculo y ligamentos. A su vez, disminuye el estrés, la ansiedad y es un medio de transporte económico y no contamina.
Lesiones más habituales
Las lesiones más comunes que se producen por la práctica del ciclismo, desde el punto de vista traumático, son de extremidad superior, sin embargo, son más frecuentes las consultas por lesiones relacionadas al sobreuso o sobreesfuerzo que afectan la extremidad inferior. Factores anatómicos y fisiológicos, el equipamiento, el tipo de entrenamiento y la técnica de pedaleo favorecen su presentación. El motivo de consulta más frecuente del ciclista es el dolor anterior de rodilla, siendo el síndrome de dolor femororotuliano y la tendinopatía rotuliana las patologías principales. Un inadecuado ajuste de la bicicleta (tamaño del cuadro, altura del sillín, etc.) y/o indumentaria (tipo de calzado, posición de las calas, etc.), una postura incorrecta del ciclista sobre la bicicleta y una técnica de pedaleo inadecuada (por ejemplo pedaleo en “punta de pie”), son causas frecuentes de aparición de síntomas.
Uso correcto de la bicicleta
Se debe utilizar una talla de cuadro de bicicleta adecuada, subir y/o retrasar el sillín según sea necesario (con la biela en posición horizontal, una plomada desde el polo inferior de la rótula debe caer en el eje del pedal) para lograr un ángulo de 30º de flexión de rodilla en la posición del pedal más baja (a la hora 6, considerando el plato como un reloj). Finalmente, se deben ajustar la posición de las calas correctamente, es decir, el centro de la 1ª articulación metatarsofalángica (1º metatarsiano -1ª falange del dedo gordo) debe estar sobre el eje del pedal.
Entrenamiento
Ciertos factores relacionados al entrenamiento, como el uso de cambio de marcha muy pesado, cadencia o frecuencia de pedaleo baja (< 60 RPM) y un exceso de pedaleo en subida, favorecen la aparición de lesiones por sobreuso. La frecuencia, duración e intensidad del pedaleo va a depender de la condición física, edad y objetivo del ciclista. Es importante comenzar a pedalear en forma gradual, en terreno plano, con frecuencia alta de pedaleo (> 75 RPM) y con un ajuste adecuado de la bicicleta. Con al menos 150 minutos de ciclismo a la semana se logra un efecto cardiovascular beneficioso en el adulto, lo cual puede ser dividido en 3 sesiones por semana a una intensidad baja-moderada por un periodo mínimo de 2 semanas antes de realizar modificaciones. Es recomendable asesorarse y consultar a un médico si se desea iniciar un plan de entrenamiento con un objetivo específico (ejemplo: bajar de peso, competir, etc.)
Restricción para la práctica del ciclismo
En general no existiría restricción por edad, pero aquellas personas con artritis o artrosis de las extremidades inferiores, con lesiones de rodilla, dolor de espalda o cardiópatas deberían consultar a su médico antes de comenzar a practicar ciclismo.
La mayoría de las lesiones por sobreuso son reversibles y presentan una respuesta favorable al manejo conservador inicial. En la prevención de estas lesiones se debe considerar el correcto ajuste de la bicicleta e indumentaria, la postura y el alineamiento del ciclista sobre la bicicleta, la técnica de pedaleo empleada y probablemente lo más importante, el plan de entrenamiento.
Clínica MEDS