Una de las cosas más bellas de la naturaleza es ver la salida y la puesta del sol. Si además eso coincide con una alineación perfecta en las calles principales de una ciudad como Nueva York, es un espectáculo digno de verse.
El fenómeno es conocido como ‘Manhattanhenge’ – cuando el sol se alinea exactamente con el trazado de las calles de Manhattan, y a la vez ilumina los lados norte y sur de cada cruce. Ocurre dos veces este año: el 30 de mayo y el 12 de julio, aunque el 31 y el 13 también se pueden hacer fotos sorprendentes.
Para que se observe la seriedad del asunto, un astrofísico está encargado de calcular todo los años cuando se observará el sol de punta a punta: es Neil deGrasse Tyson, director del Planetario Hayden en Nueva York, y quien acuñó el término ‘Manhattanhenge’ en 2002. ¿Por qué? porque lo mismo ocurre -dos veces al año- en el monolítico Stonehenge