He de reconocer que hace un tiempo estoy enamorada de un espejo vintage que ha estado presente en casa de nuestros abuelos. Un elemento lleno de esplendor, que se ha convertido en una pieza indispensable en la decoración actual. Es protagonista de portadas y del contenido de las revistas, es el Espejo Sol, un toque vintage muy sugerente en nuestros hogares.
Este espejo nace en Italia en el siglo XVII con la función de representar en la imaginería cristiana el aura de la Virgen o del Espíritu Santo. Es sorprendente, debido a las necesidades y a la imaginación del ser humano, como se transforma la funcionalidad de los objetos, en este caso pasa de una imagen religiosa, a adornar las paredes de cualquier hogar.
En sus orígenes este espejo era de madera tallada, imitando a los ratos del Sol, de ahí su nombre. Aunque poco a poco se ha ido transformando y se ha modificado hasta llegar a estar hechos de elementos vegetales, pájaros o elementos variados tallados en elementos de hierro o bronce. Hasta llegar a imitarlos con cucharitas de colores, fíjense en la siguiente imagen, qué original. A parte se han incorporado elementos para fabricarlos como el hierro, el cristal o el latón.
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Detrás de cada diseño siempre hay un nombre propio, en este caso, quien lanzó a la fama este maravilloso objeto del cual estoy enamorada es Line Vautrin (1913-1997). Sus diseños se consideran joyas y en las subastas consiguen precios muy elevados, casi los 60.000€, a parte de Line, el franciés Gilbert Poillerat (1902-1988) ha sido muy importante en el diseño de este elemento.
Es un elemento que en Estados Unidos ha tenido un gran valor decorativo siempre, en cambio aquí en España, su mayor apogeo fueron los años 60 – 70, volviendo ahora a estar a la orden del día. Este elemento actualmente se puede adquirir en almonedas, anticuarios y tiendas vintage. Anmoder, Baker, Laura Ashley y Lalithamma, son alguna de las firmas donde pueden encontrar maravillosas piezas. El precio de las misas varia dependiendo la antigüedad y el diseño de la pieza, pero suelen encontrarse desde 200€ una pieza pequeña y sencilla, hasta los 5.000€ en el caso de que sea anterior a los años 60.
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Podemos encontrar muchas composiciones hechas con los mismos, de diferentes tamaños, diferentes modelos. Pero el tamaño original de esta pieza está entorno a los 80cm de diámetro, incluyendo los rayos.
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Es un elemento que se puede introducir en muchos ambientes y estilos, buscando el sitio adecuado, podemos conseguir un esplendor perfecto del mismo. Aunque realmente para conseguir el rincón perfecto, se recomienda combinarlo con muebles art déco o estilo nórdico, de ese modo se hará brillar a la pieza de una forma especial.
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¿Qué les ha parecido? ¿Lo colgarían en sus paredes?
Sean Felices
Categoría : DecoEnciclopedia Etiquetas : Atrezzo, Decoración, Detalles personales, Espejos, Estilo, exposiciones, Interiorismo, Paredes
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