Espejo con un viejo porticón

He vuelto a utilizar la técnica del découpage para recuperar este viejo porticón y transformarlo en un bonito y original espejo.

Antes de nada hay que preparar la superficie a forrar. Quité las muchas capas de pintura acumuladas por los años ayudándome de una pistola de aire caliente. Sin ella me habría sido muy complicado y podía haberme pasado horas y horas intentando decapar con químicos y no estoy muy segura de que el resultado hubiese sido el óptimo.
Después de lijar la superficie decapada para quitar impurezas e igualarla, le di una mano de pintura de color blanco preparándolo para, una vez seco, pegar el papel elegido y así decorar el porticón.

¡Y empezamos con el décopauge!

Para este trabajo, he elegido una servilleta decorada con motivos vintage color plata y antes de empezar a pegar, es importante presentar el papel encima del porticón, de esta manera nos hacemos una idea del resultado final y vamos añadiendo las servilletas de manera que los dibujos vayan coincidiendo unos con otros y que la composición tenga una continuidad por toda la superficie.

Una vez tengamos la composición determinada y sea de nuestro agrado, separamos las capas de las servilletas y nos quedamos con la decorada, las otras las desechamos. Encolamos la superficie a decorar (yo utilizo cola blanca diluida con un poco de agua) y con mucho cuidado, ya que la servilleta se rompe muy fácilmente, vamos enganchando el papel de manera que no queden grumos ni arrugas ayudándonos con el pincel.

Cuando tengamos todo forrado, lo dejamos secar muy bien antes del acabado final.

Por último, y para integrar el papel a la superficie, aplicamos unas capas de barniz dejando secar entre una y otra.

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