Lo hemos dicho infinidad de veces y hemos mostrado infinidad de ejemplos, pero lo cierto es que no nos cansaremos nunca de repetirlo: son los pequeños detalles los que, en cualquier decoración, marcan la diferencia.
La imagen que ilustra este post nos ha parecido un buen ejemplo de ello. Y es que este pequeño rinconcito, sólo está decorado con espejos y flores, pero son esos pequeños detalles a la hora de introducir esos dos sencillos elementos en la decoración, los que hacen que sea especial.
Por un lado, se juega con el color… Y para ello se han pintado los marcos de los espejos de un color similar al de la flores, de manera que combinan a la perfección.
Y por otro lado, se juega también con las formas geométricas. Si te fijas, en esta decoración se rompen convencionalismos y en lugar de colgar los cuadros, se colocar sobre el mueble y además apilados unos delante de otros.
En decoración, ya lo ves, con muy poco se puede lograr resultados espectaculares. Sólo es cuestión de creatividad y, de tener muy en cuenta los pequeños detalles.