Revista Viajes

Espeleología en Tarragona

Por Belilo @BeatrizLizana
Espeleología en Tarragona

Esperando el tren

Fue en el tren de Barcelona a Tarragona cuando me di cuenta que la semana había pasado demasiado rápido. Era mi primer Travel Blogger Meeting, ¿no debería haber investigado un poco sobre la ciudad y las actividades que iba a realizar en el TBM? Bueno, ya no había remedio así que me concentré en disfrutar del paisaje. Y tuve que hacer un gran esfuerzo, justo detrás había una pareja que ensayaba la historia de su enamoramiento como si de una obra de teatro se tratase. “Recuerda que trabajas de arquitecto” le decía ella a él. ¿Cómo es posible pasar un fin de semana en Salou junto a tu recién estrenada novia y sus amigos sin ser tú mismo, sin parar de mentir? Bueno, que me desvío, esta anécdota es de otro capítulo…

Yo iba a estar sólo tres días en Tarragona pero llevaba una mochila que pesaba más que aquella que me llevé de viaje durante dos semanas por Europa, todavía no me lo explico. Una vez soltados los bártulos en el hostal Nuria me dirigí al punto de encuentro…ah, sí. Iba a visitar una cueva. Y habíamos quedado en un bar. Perfecto.

Llegué al bar Pallars y en lo que dura un café nos juntamos el resto de periodistas y blogueros invitados a hacer la actividad gracias al Patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona. Lo que yo nunca me iba a imaginar es que para visitar una cueva sólo me iba a distanciar de donde estaba 50 metros, para meterme en un bloque de pisos. Perdón, en un parking de un bloque de pisos. Rodeados de Opels, Fords, Renaults y algún Mercedes, nos dirigimos a lo que parecía un trastero.

Cueva Helena (10)

Aventureros exploradores | Foto de Helena de Mi maleta y yo

Sí, era un trastero lleno de neoprenos, cascos y linternas. La aventura comienza aquí, justo en el punto de “cómo ponerte un neopreno y no morir en el intento”. ¿Que puede ser más surrealista que ver a ocho personas vestidas de buzos andando por un parking? Ver cómo a estas personas se las traga la tierra en un pequeño agujero hecho en otro trastero.

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¿Son buzos? | Foto de Viajamos Juntos

Mi primer contacto con la cueva fue un tanto claustrofóbico pues al principio había que pasar por un estrechísimo acueducto romano. En mi memoria yo guardo recuerdos de cuevas espaciosas, normalmente secas y donde yo visto mi propia ropa. Nunca había hecho espeleología. ¿Dónde coño estábamos yendo? Tras unos primeros minutos de flojera y acojone realmente me di cuenta que ya no había marcha atrás así que me propuse no pensar y ponerme a andar e intentar disfrutar de esa nueva experiencia.

Espeleología en Tarragona

Yo en medio de la adversidad | Foto de Helena de Mi Maleta y yo

 

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Hacia la oscuridad | Foto de Juan Antonio de Somos Viajeros

 

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Las escaleras eran parte del paisaje | Foto de Viajamos Juntos

Y vaya que si disfruté. Conseguí alejar esa primera sensación y me dediqué a arrastrarme por caminos imposibles, literalmente. A explorar las entrañas de Tarragona ayudándome de cuerdas y dejándome caer en piscinas más llenas de agua que nunca. De hecho, en algunas partes cubría completamente y no llegaba a hacer pie. El agua no se filtra directamente de la lluvia, sino que llega de un pantano cercano a Tarragona. Y según Sergio Granados, nuestro guía, no había visto tanta agua desde hacía dos años. 

Espeleología en Tarragona

Dentro de la cueva se está a un 90% de humedad y no hay apenas materia orgánica. Hay mucho barro muy fino, perfecto para jugar y entretenerte haciendo figuritas | Foto de Viajamos Juntos

Uno de los momentos más delicados fue cuando pasamos el primer sifón (el menos peligroso). Imagínate que para seguir el camino tienes que bucear en una de esas piscinas para llegar a la otra que está detrás de las rocas. No es mucho, a lo sumo son 15 segundos, pero eso yo no lo sabía. La sensación de no saber dónde vas ni cuanto tiempo tienes que estar aguantando la respiración…para mí fue un subidón de adrenalina. Para otros, un agobio cada loco con su tema. ¿Y el segundo sifón? Pues no lo hicimos, prohibido para visitas amateurs como la nuestra, ahí sólo baja un equipo cualificado y equipado con bombonas de oxígeno que deben de llevar colgadas tras de sí porque si las ataran a la espalda no cabrían por las gateras.

cueva

Mapa de la cueva subterránea de Tarragona | Miembros de la Sociedad de Investigación Espeleológica hacen exploraciones periódicas en las que encuentran nuevas galerías y las van marcando con cuerdas que sirven no sólo de ayuda en el avance del camino sino de guía para encontrar la salida correcta. La cueva se formó hace 65 millones de años y en su recorrido no tiene ni estalagmitas ni estalagtitas. La sala inundada, a la derecha del mapa, tiene una superficie de 5000 m2.

Espeleología en Tarragona

Fin del trayecto con ducha a presión incluida | Foto de Viajamos Juntos

La experiencia sin duda fue emocionante. Al contrario de lo que dijo el guía yo no creo que este tipo de actividades las puede hacer cualquiera. “Aquí ha entrado hasta un señor de 70 años”. Ya, yo también conozco a otro de 80 que corre maratones, a mí me duraron las agujetas dos días. Además, hay que ser flexible para contorsionarse por algunos de los agujeros por los que se pasan, en teoría tiene su técnica de entrada y salida pero si por algo no introduces tu cuerpo en el orden preferente, ¡tendrás que salir! Yo quedé contentísima porque aparte de conocer el interior de Tarragona, para mí fue un reto. Eso sí, avisados quedáis los claustrofóbicos.

Más blogueros en esta aventura:

Helena de Mi maleta y yo

Kate y Denis de Viajamos Juntos

Ana de Planeta Dunia

Juan Antonio de Somos viajeros

Espeleología en Tarragona

Foto de Juan Antonio de Somos Viajeros


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