ESPERA, es una localidad de la provincia de Cádiz que está contemplada dentro de la RUTA DE LOS PUEBLOS BLANCOS. Este pequeño municipio se encuentra a pocos kilómetros de la provincia de Sevilla y ha sido un lugar un poco desconocido para mí, pero no por eso me ha dejado de sorprender.
Tengo que destacar además de la belleza de este pueblo agrícola, de casas de cal blanca y de pozos de agua fresca que brotan por varios rincones, la amabilidad y ese abrazo invisible que envuelve a los forasteros como yo. Basta preguntar para que te acompañen y enseñen esos lugares que hacen de Espera un pueblo que me deja con las ganas de volver.
Si vas desde Cádiz (capital) o Puerto Real y vas con tu vehículo, es tan fácil como ir la autopista AP 4 y tomar la salida 80 (Arcos de la Frontera/Circuito de velocidad). Toma la A 382 y luego te incorporas a la A 393 desde la salida 27. Las coordenadas si quieres ir con navegador son 36º 52' N 5º 43' O.
Al llegar te encontrarás una carretera con farolas adornadas de macetas y flores por todos lados y es que cuidan y miman su pueblo con esmero. Lo primero desayunar y degustar un mollete de Espera con aceite de la tierra y jamón. No podría describirlo, indudablemente hay que probarlo allí sentado y rodeado de casas encaladas.
Antes de aventurarme a esta escapada estuve visualizando algunos videos y tengo que destacar a Mister Fog, por esa simpatía con la que nos muestra el pueblo. Aún así nos dirigimos a la oficina de turismo que al mismo tiempo esta localizado en el Museo Arqueológico municipal y allí amablemente nos informaron de todo lo que podíamos ver en Espera.
La primera parada fue el molino de aceite, llamada CASA DE CILLA O CASA DE LOS DIEZMOS Y PRIMICIAS. Un edificio del siglo que aún guarda ese encanto añejo que hace transportarte a lo largo de los siglos. Si quieres más información pues visitar su página aquí. La visita te va llevando por lo cada uno de los procesos en los que se obtiene el oro líquido de esta tierra. Aunque la almazara no funciona como tal porque se ha trasladado, puedes adquirir allí el aceite y os aseguro que no os podéis quedar con las ganas porque el sabor es espectacular.
La siguiente parada la hacemos en el Museo Arqueológico y tengo que decir que nos atendieron de maravilla. Disfrutamos de los restos que los íberos y romanos dejaron en la localidad. Después de la visita nos quedamos con las ganas de ir a dos entornos arqueológicos fuera del pueblo (Carissa y Esperilla), pero era concertada para grupos y el nuestro era muy reducido (sólo dos), pero cuando tengamos la ocasión volveremos con ese grupo de amigos y disfrutar de otro día en esta bella localidad.
Maqueta de Espera
Capilla del Cristo de la Antigua desde la maqueta
A continuación dimos un paseo por las bonitas calles de casas encaladas hasta desembocar en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Gracia. Una construcción de estilo renacentista que se construyó entre los siglos XVI a XVIII. Tuvimos la suerte que estaban preparando para los cultos de Semana Santa, que como ya sabemos no pudieron salir a la calle por Covid.
Llama la atención los pozos y fuentes que te encuentras paseando por el pueblo y que le dan un encanto especial y sensación de frescura y limpieza.
Para culminar nuestra visita y reponer fuerzas nada mejor que Casa Frasquito donde se come como un rey y cosas buenas de la tierra. Una visita que se quedo corta y a la que quiero volver a disfrutar mas pronto que tarde. Muchas gracias por la atención y simpatía de su gente.