Holanda y Japón se juegan hoy la primera plaza del grupo E, después de sus victorias de la jornada inicial ante Dinamarca y Camerún, respectivamente. En teoría, un rival asequible para el combinado oranje, aunque Japón es, como todos los asiáticos, un equipo bastante pestoso, que diría el gran Perico Delgado. O, en castellano vulgar, pesados hasta aburrir. Corren mucho y raramente se desorganizan. Da pereza jugar contra ellos. Quizá por eso a Robben aún le molesta lo suyo y Van Marwijk sigue sin poder contar con su jugador más desequlibrante.
Mientras tulipanes y nipones se juegan medio pase a octavos, Dinamarca y Camerún pelean por mantenerse vivos hasta la última jornada. El combinado nórdico no mereció la derrota frente a Holanda, pero adolece de espíritu asesino. Peor es lo de los africanos, devorados por guerrillas intestinas y con Samuel Eto’o, su jugador franquicia, más pendiente de los múltiples frentes que tiene abiertos que de hacer lo que se espera de él: goles.
Además, Ghana se mide a Australia en un partido del grupo de Alemania, con tres equipos -todos menos los socceroos- empatados a tres puntos. Pronóstico incierto donde los haya entre dos equipos que en la primera jornada apenas mostraron nada, aunque a los africanos les fue bastante mejor gracias a un regalito serbio.
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