¡Vayámonos! –No podemos. –¿Por qué? –Esperamos a Godot…- Esperando. Así empieza y así termina esta obra del enigmático Samuel Beckett. Una puesta en escena muy respetuosa con la obra original en la que se hace inevitable sentir entremezcladas esperanza y des-esperanza en una misma puesta de luna. Esperar, to wait. Esperar, to hope. Esperar con apuro. Esperar con ilusión. Siempre me ha parecido interesante la ambivalencia que encierra el esperar. Fue inevitable recordar cuando un amigo y profesor universitario repetía exaltado y arruinando su ya irreverente peinado: “… Y Godot no existe!!”. Probablemente Vladimir y Estragon lo saben, y no les queda de otra que seguirlo esperando.
Dos vagabundos reflejan nuestro inevitable anhelo del creer. Dios, Godot, Suerte, Yo, Otro, Amor… Creer. Y mientras tanto, esperar. Cada mañana es un nuevo comenzar a ver si el futuro cambia al desdichado presente… cada noche una frustración que encierra el desespero y la inocencia del 'pero mañana sí…'. Y en la puesta en escena un inesperado juego rotatorio de los actores que hacen más angustiante la enmarañada trama de la angustia existencial: ¿quién soy?, ¿De dónde vengo?, ¿Para dónde voy? Y, ¿mientras tanto?.
Un Nobel sobre las tablas al que siempre valdrá la pena asistir, así que no te quedes esperando a ver ‘Esperando a Godot’.
Reseñista superinvitado: Francisco Franco (no, ese no...)
Original de: Samuel Beckett
Dirección y puesta en escena: Berta Goldenberg
Elenco: Arturo Silva, Carla Canosa, Lucía Pratolongo, Matías Panelo, Guillermina Schauman, Desirèe Salgueiro, Jorge Drechsler
Teatro: Teatro Anfitrión - Venezuela 3340
Funciones: sábados 21hs