Revista Deportes
Samuel Becket a mediados del siglo pasado escribió “Esperando a Godot”, una obra maestra dentro del llamado teatro de lo absurdo.
En la obra dos personajes dicen haber quedado con un tal Godot en un cruce de caminos, y alli pasan las horas, en un diálogo absurdo en el que dan por hecho que Godot va a llegar en breve, hasta que al hacerse de noche, un nuevo personaje avisa de que Godot no va a poder llegar hoy pero que, casi con toda seguridad, llegará mañana.
Y así, esperando a algun Godot hemos pasado Julio y Agosto, desde la marcha de Neymar, que por cierto, segun Minguella era algo sabido desde Mayo por la actual directiva.
Primero Godot se llamó Verratti, y ahora dice Unai Emery que nunca se llegó a ofertar por él, luego fue Coutinho, y cada dia el brasileño estaba a punto de llegar, y el Liverpool a punto de que lo convencieran.
Y cada noche llegaba el personaje para decirnos que no, que hoy no vendría Coutinho, pero que casi seguro llegaría mañana.
Se ha cerrado en Inglaterra el período de fichajes y se ha ido a por cualquiera, Ozil, Di Maria, Parejo.... se tenia fichado a Seri y se renunció....
La improvisación ha sido permanente, como la falta de criterio o el exceso tal vez, porque un triunvirato no suele funcionar desde Pompeyo, Cesar y Craso y el desbarajuste ha presidido toda la información.
Las llegadas de Semedo Paulinho y Dembelé dan cierta ilusión, y se confia en que con Valverde se recupere parte de ese estilo que nunca fue negociable.
Pero la afición sigue dudando, porque el Barça empieza a parecer una obra de teatro del mismo género absurdo que la de Becket.
Y lo que parece mas grave. Que Godot en realidad no va a llegar