Esperando el gordo a las puertas de la fábrica

 Hola a todos. Acabamos de terminar el día del sorteo de Navidad. Estoy seguro que muchos aún estarán celebrando en sus casas la lluvia de millones que se les han venido encima por el simple echo de parar, coger veinte euros de la cartera, comprar el billete agraciado y llevárselo para casa, por cierto, si alguno de los afortunados es lector de ése blog, que no dude en hacérmelo saber si desea, como dice en el anuncio, compartir con un servidor parte del montante del premio. De todas formas, mis felicitaciones a todos los agraciados, y a los que no nos ha tocado nada, pues otro año será, y por supuesto deciros, lo importante es tener salud, el dinero no da la felicidad y todos los tópicos que se dicen en este momento, y mi disgusto por todos aquellos que van a tener menos salud y menos felicidad por haberles tocado los millones, porque digo yo, que encima de afortunados, no creo que tengan mi misma salud ni mi misma felicidad...¿verdad?, porque entonces, casi es mejor que nos tocara. Pero bueno en día tan señalado en el calendario como el del día del Sorteo, me quiero acordar de muchos conciudadanos mios. Coruña es una pequeña ciudad, la más bonita del mundo, por su puesto, pero pequeña. Durante los últimos años hemos ido dejando morir nuestra pequeña y mediana industria local, fuente de riqueza, para dar cabida a grandes centros comerciales, que con el paso del tiempo se ha visto que eran del todo inecesarios y éstos van cerrando sus puertas como si de un juego de dominó se tratase. Pero ahora, también le ha tocado a las grandes empresas, fábricas que llevan en nuestra ciudad muchos años, fábricas que pertenecen a los coruñeses. No se si sabéis, que la fábrica de Aluminios de La Coruña, que antes era estatal, y que el gobierno de Aznar casi regaló a la multinacional Alcoa, ha puesto sobre la mesa de los trabajadores una propuesta de despido colectivo en estas fechas Navideñas. Utilizando a sus 400 trabajadores y sus 400 familias como chantaje para presionar al gobierno por una mejora de la tarifa électrica. Los trabajadores, desde que les dijeron que el día 9 de Enero, si no mejoraban las condiciones tendrían la carta de despido y el cierre de su fábrica, de nuestra fábrica, no han parado con sus movilizaciones, concentraciones, búsqueda de apoyos para evitar el cierre de su fuente de ingresos. Pasan mañana, tarde y noche, al frío y bajo la lluvia a las puertas de su fábrica, nuestra fábrica, para luchar por sus puestos de trabajo. Conozco mucha gente que trabaja allí, y se muy bien por lo que están pasando. Durante el día del Sorteo de Navidad, mientras la mayoría de los Españoles estaban pendientes del gordo, unos 400 trabajadores y sus familias esperaban el resultado desde Zaragoza a una cuestión muy simple y muy dura, si tendrán o no tendrán trabajo el día de mañana, no esperan un pedizco, ni una pedrea, ni un reintegro, simplemente esperan poder seguir trabajando un añito más en su fábrica, en nuestra fábrica, en la fábrica de los coruñeses. Hasta mañana no sabrán el resultado final, dependen de una multinacional sin alma, que no ha dudado en hacerles pasar las peores Navidades de sus vidas, como moneda de cambio, de ellos me quiero acordar, de cada uno de ellos y de sus familias, solo espero, que aunque sea con retraso, les acabe tocando el premio gordo, de poder seguir pegándose madrugones para poder ir a trabajar y sacar sus familias adelante. Por eso hoy mi pensamiento y oraciones están y estarán con todos ellos, solo deseo que mañana o pasado, o la próxima semana, las botellas de champange o de cava o de lo que sea, se abran para celebrar que parte de nuestra ciudad sigue con algo de vida y con algo más de esperanza para un futuro, que ahora mismo, pinta muy negro. Mucho ánimo compañeiros y solo espero una cosa...Alcoa Non se Pecha!!!. Un abrazo