Páginas: 440
ISBN: 9788415120391
Precio: 21 €
Threes Anna
Threes Anna es el seudónimo de Threes Schreurs, una autora nacida en Holanda en el año 1959. Su vida siempre ha estado ligada a las artes: estudió teatro y audiovisuales en la Escuela de Bellas Artes de Ámsterdam, trabajó como directora artística del Teatro Dogtroep y en 1998 empezó su andadura en el mundo del cine. Su mayor éxito en este ámbito le llegó en 2006, con la película Birds can’t fly (en castellano Los pájaros no pueden volar), que se hizo con varios premios. En lo relativo a la literatura, se estrenó en el año 2003 y desde entonces ha publicado cinco novelas, aunque en España solo tenemos disponible la última, Esperando el monzón, que también se publicará en Canadá, Alemania e Italia.Sinopsis
En el año 1995, Charlotte Bridgewater es una mujer de sesenta y cinco años que vive en Rampur, la India. Lleva años cuidando de su padre, un militar británico de fuerte temperamento que necesita atención las veinticuatro horas del día desde que sufrió un accidente. Él nunca se portó bien con su hija: estuvo separado de ella durante su infancia porque la envió a un internado, y al volver la obligó a casarse con un hombre al que acababa de conocer. Además, Charlotte no tuvo un matrimonio feliz por los traumas que sufrió su esposo tras la guerra, el lado oscuro de un cirujano de gran reputación. Su hermano se quedó a vivir en Inglaterra tras terminar sus estudios, por lo que ahora vive en compañía del mayordomo y su anciano padre. Su casa, que años atrás había sido una gran mansión, se encuentra cada vez más vacía por los problemas económicos que atraviesa.
Las cosas dan un giro de ciento ochenta grados cuando llega Madan, un sastre mudo que debe preparar los vestidos para un gran acontecimiento. Se aloja en casa de Charlotte, y enseguida surge una extraña conexión entre ellos: ambos pueden oír los pensamientos del otro cuando están cerca. Los dos sienten algo, se atraen, pero Charlotte está tan acostumbrada a su triste existencia que no se atreve a dar el paso. Mientras, él la trata con cariño y respeto: sabe de sus dificultades para subsistir, por lo que le propone confeccionarle un vestido, el vestido más bonito de todos, con telas que ya tenga en casa. La vida del recién llegado tampoco fue fácil: a los seis años se perdió por las calles de Bombay, y pasó mucho tiempo dando tumbos, mendigando, buscándose la vida, hasta convertirse en el sastre que es hoy.
Impresiones
Os he contado el argumento más o menos ordenadito, pero en la práctica no lo vais a encontrar así: el libro alterna fragmentos de épocas y personajes diferentes. Tomamos como referencia el presente, y a partir de ahí se narran hechos de otros periodos, sin seguir un orden lógico a simple vista (con esto quiero decir que tan pronto te sitúa en los años cuarenta como en los sesenta, no hay una trama de pasado, sino varias). Al principio, este punto de partida me resultó extraño y no captó mi interés del todo. Aun así, a pesar de los continuos saltos logré situarme enseguida y no me perdí. Valoro muy positivamente el trabajo de planificación que ha hecho Threes Anna para narrar esta historia desde diversos puntos, en lugar de ir al orden lineal fácil (que en una historia como esta tampoco habría quedado mal).Hablemos ahora del romance (bueno, de la «historia de amor inolvidable») que nos venden en el subtítulo. La sensación que me queda tras terminarlo es la de haber leído una historia interesante, con momentos buenos y una trama amorosa peculiar, pero no una gran historia de amor. Por «historia de amor inolvidable» entiendo una novela que gira en torno a una pareja, a su relación y los posibles problemas que surjan entre ellos. Esperando el monzón también tiene una buena dosis de novela histórica pura: las vivencias de Madan y Charlotte antes de conocerse ocupan gran parte del texto, de modo que su amor no deja de ser un hilo más de los muchos que aparecen. En este culmina todo, sí, pero si os llama la atención también tendréis que sumergiros en la dura infancia de Madan, la soledad y el desamparo de Charlotte durante años, las vecinas cotillas, etc.
Y ojo, eso no está mal: las tramas de los pasados de Madan y Charlotte me han gustado mucho. En el caso de él, de entrada estamos ante la típica historia del niño que vive en la miseria y debe luchar para salir adelante (aunque al final nos enteramos de algo que hace que no sea tan típica), un tema que me gusta. En cuanto a Charlotte, he tenido sensaciones encontradas con ella: su personaje me parece el más trabajado de todos, una mujer madura que no ha disfrutado de la vida y que en los sucesivos fragmentos vemos cómo el optimismo que derrochaba en su juventud fue decayendo con el paso de los años. No tiene nada de las heroínas habituales, y eso está bien, me alegra que los escritores busquen prototipos distintos. Sin embargo… a ratos la he aborrecido un poco. El aura gris y de decadencia que la acompaña en el presente la ha hecho un poco fría a mis ojos, aunque soy consciente de que esto es una impresión muy subjetiva.
A grandes rasgos, la historia es de las que me gustan, pero precisamente los toques que la hacen distinta a otras no me han convencido: no he acabado de creerme la conexión entre Charlotte y Madan, ni tampoco el extraordinario don de él para coser. Respecto a lo primero, los dos pueden oír sus pensamientos, y no se da ninguna explicación sobre el tema. Lo he interpretado como una especie de realismo mágico, pero no sé, sigue sin convencerme. Nunca me han gustado las historias de amor a primera vista, con todo idealizado, y esta me lo parece: empiezan a sentir cosas el uno por el otro casi de inmediato, y no conecté con esa idea. Con las cuestiones de sastrería lo mismo: la manera en la que la autora narra cómo Madan confecciona los vestidos no me resulta creíble (en cierto momento consigue que la joroba de un señor no se note… ¿Hola?). Quizá sueno demasiado convencional, poco abierta a las cosas nuevas. No obstante, cuando he leído a Marc Levy o a Mathias Malzieu (otros autores que hacen «cosas raras») no he tenido problemas para adentrarme en las particularidades mágicas que añaden a su historia, por eso pienso que aquí el problema es la forma de plantearlo de Threes Anna. Lo pinta todo muy fácil, con párrafos breves en medio de una trama histórica que parecía normal. No me convence, lo siento.
Hay muchas cosas que quedan claras en la recta final, todo hay que decirlo. Los descubrimientos que se hacen en ese último tramo me gustaron mucho (¿sabéis?, en esos detalles sí que me pareció una «historia de amor inolvidable»: todo encaja, todo tiene sentimientos). Lástima que el desenlace no me haya llegado tanto por el desagrado o la indiferencia que me transmitió antes. Aunque la estructura está bien, tiene la desventaja de que hay partes que enganchan más que otras (por ejemplo, las de la guerra me parecieron soporíferas), y en general me parece que la novela podría haber ocupado cien páginas menos. Ese relleno hace que las buenas escenas pierdan fuerza.
El estilo no está mal. Hay fragmentos muy bellos, con metáforas y frases dignas de apuntar, y otros más simples. No es difícil de leer y el lenguaje que utiliza es más bien sencillo; no obstante, no me parece un libro para leer en el bus porque conviene prestar atención a lo que se narra para no perderse sus matices. Salvo el tema de la paja y de las escenas que tan pronto las lees, las olvidas (por repetitivas —el padre de Charlotte en presente, Madan de niño— o por aburridas), no veo problemas en el texto.
Hablemos ahora de la ambientación. Me ha decepcionado: esperaba una novela más evocadora, con descripciones más detalladas de los lugares, de la forma de vida y los aspectos culturales. Te quedas con la idea de que el Imperio británico perdió fuerza porque se refleja en la decadencia de Charlotte, pero a nivel autóctono he aprendido muy poca cosa. La vida del niño mendigo se podría haber desarrollado en cualquier otro país sin grandes cambios, y lo mismo sucede con el romance (salvo por esa premonición que al final tiene sentido…). Además, la novela se desarrolla en diversos lugares del país, pero no he llegado a identificarlos por separado, ni he profundizado en ellos. Sinceramente, con el exotismo de la India creo que se podría haber hecho algo mejor. Flores en la sangre (Gay Courter), un libro sobre la vida de los judíos en la India en el siglo XIX, me gustó mucho más.
Finalmente, quiero comentar algunos aspectos de la edición. En primer lugar, hay un error en la contraportada: dice «En 1946, Madan es un niño mudo que ha crecido como mendigo…», según el interior, Madan nació en 1946, y es en 1952 cuando empieza a mendigar. Tampoco me gusta que en la sinopsis se hable de su don para la costura, pues en el libro no lo descubre hasta que la historia está bien avanzada. Por otro lado, el glosario con términos de otras lenguas me ha parecido útil, pero creo que es mejor colocarlo al final, no antes de los agradecimientos (lo siento si soy quisquillosa, pero no me gustaba tener que pasar la página de los agradecimientos para consultarlo, y además siempre he visto estas partes en el orden que sugiero yo). Hablando del glosario, creo que esas palabras, cuando proceden de otras lenguas, se deberían de haber escrito en cursiva sobre el texto. ¿Por qué? Además de parecerme más correcto, sería una manera de recordar que tenemos sus definiciones al final (porque el asterisco solo aparece la primera vez que salen). Es un poco caótico este glosario, porque incluye palabras como «maharajá» o «virrey», que creo que todos sabemos lo que son, y se deja otras como masala (un tipo de comida). De esto último no culpo a la edición española porque me imagino que habrán respetado lo que se hizo en la versión original.
ConclusiónEsperando el monzón, con su llamativa portada y su prometedora recreación, no ha logrado conquistarme. Creo que Threes Anna tiene ideas buenas, muy buenas, pero se pierde en una historia demasiado larga, con muchas escenas que están de más. La caracterización de los personajes principales es buena, aunque sé que no tardaré en olvidarlos. Estamos ante uno de esos casos en los que el libro no me parece malo (y creo que otras personas pueden disfrutarlo más que yo); no obstante, tampoco puedo recomendarlo a ciegas porque a ratos me ha aburrido y, en mi opinión, esa es una de las peores sensaciones que te puede provocar una historia.
Enlaces de interés:Web de Threes Anna
Mi valoración: 6/10