Nos han secuestrado, ahora sólo queda esperar el precio del rescate. Porque no hay tu tía, nos tienen cogidos por las partes blandas y no nos soltarán hasta que no se cobren nuestros pecados, mejor dicho los pecados de los banqueros y políticos implicados.
Hay que ver cómo se las arreglan para utilizar eufemismos estos muchachos peperos, ahora resulta que no es un rescate, sino un préstamo. Y todo por no reconocer la realidad, menos mal que iban a hablar claro.
Hace diez días Rajoy dijo: No va a haber ningún rescate de la Banca Española, y se quedó tan pancho. Sin ir más lejos ayer mismo, el ministro Soria (¡vaya ministrejo!) anunció, sin pestañear: “Este gobierno no se está planteando pedir ningún tipo de ayudas”. Pues eso. Menos mal que el mundo está lleno de profetas mentirosos.
Y naturalmente, como suele hacer, el presidente se esconde, cual avestruz, debajo de sus alas y hace mutis por el foro. Se ve que el hombre tenía que hacer la maleta para ir a ver el fútbol. Menos mal que dijo cuando fue investido (y nos embistió a todos): “Aquí hay un presidente del gobierno que va a dar la cara y no se va a esconder”. ¡Olé sus cataplines!
Se ve que la cosa es poco importante, al fin y al cabo son sólo 100.000 millones de euros (es presupuesto de todos los ministerios es de 120.000 millones de euros). Qué necesidad tiene el pájaro de salir de su nido. En fin, la cobardía también existe y hay quien tiene grandes dosis.
Y para no reconocer que es un rescate le llaman préstamo y dicen que no va a tener contraprestaciones. Permítanme que me ría un mucho. O sea que esos Mercados insaciables que hacen pagar la mínima, resulta que ahora prestan 100.000 millones de euros a los bancos, siendo este país el avalista –o sea nosotros—, y resulta que no nos van a pedir nada a cambio. No se lo creen ni de broma. Lo que ocurre es que vuelven a mentir, para dentro de nada volver a recortar por obra y mandato de sus famosos amos, los Mercados.
Preparémonos. Supongo que nadie pensará que esto va a salir gratis. Y si hay alguien que se lo cree, pobrecillo, ya verá dentro de unos días. La cosa está clara hemos convertido deuda privada (de los bancos) en deuda pública (de todos) y tenemos que pagar los intereses y hacer los deberes nosotros por haber sido malos los bancos.
La cuestión irá por lo que ya se está oyendo. Adelantar el IVA, que primero no se iba a aumentar y luego era para 2013. Acelerar el proceso de jubilación a los 67 años y probablemente alargarlo a 68, como en Irlanda. Congelar o volver a bajar el sueldo a los funcionarios, además de no renovar a los interinos, y cuidado con las pensiones y las prestaciones por desempleo que pueden verse reducidas.
Eso es lo que nos puede costar, así es que preparémonos para esta batalla, salvo que queramos pagar con nuestras prestaciones la mala gestión y el despilfarro de los banqueros que hoy gozan de una jubilación grosera y obscena. No nos van a regalar nada, y menos estos insaciables Mercados que no pararán hasta que acabemos como Grecia. Así es que, ¡a defendernos!
Salud y República