Esperando tu tren

   Ya sólo vivo de recuerdos. Ha pasado el tiempo pero no logro superar tu ausencia, los silencios vespertinos, las desgarradoras madrugadas. No pude aceptar tu marcha precipitada ni el infinito vacío que me tenía preparado el destino. Vivo anclada en tu sonrisa, exigiendo a la vida una explicación que aplaque mi angustia. Te veo en el espejo pero ya no está en él el corazón que cada mañana me dedicabas. Mi alma es un retazo de ti que ha aprendido a sobrevivir a base de maquillaje y viejos sueños. Dicen que el tiempo todo lo cura pero tu adiós cerró de un portazo nuestro amor y qué es lo que me mantiene en pie sino la fe en tu regreso. Todo parece haber quedado en blanco y negro, suspendido en el tiempo, en los ojos que tanto amé y que nunca más volveré a ver abiertos. Me queda lo que me diste y no me resigno a la distancia que ahora nos separa. Por eso sigo esperando tu tren, por si acaso la vida se da cuenta de su error y decide traerte de nuevo a mis brazos.