NO DEJES GANADO LO QUE ESTÁ POR GANAR. Juan Ruiz, Arcipreste de Hita
Tres de cada cuatro jóvenes menores de 29 años no consigue emanciparse. Permanecen solteros porque los sueldos no les dan para independizarse. Cerca de cinco millones y medio de personas viven solas. Lo que representa al 28 % de la población de este patio ibérico en el que tuvimos la suerte de nacer. Las cifras pueden ser preocupantes, porque nos hablan de sueños y deseos incumplidos por parte de los jóvenes y de soledad no deseada por parte de muchas personas.
Sin embago hay esperanza, porque según "La Volunteca" el 11% de la población realiza algún tipo de voluntariado. Estas 4,5 millones de personas que donan su tiempo gratuitamente son la verdadera fuerza de un país. Son ellos y no los banqueros con su músculo financiero, ni los empresarios con su creación de empleo, ni los gobiernos con sus políticas... porque todos estos colectivos obtienen una contraprestación económica por su labor. Es decir: cobran por hacer su trabajo.
Los voluntarios dan su tiempo, sus conocimientos y en muchas ocasiones hasta sus recursos por el bien común de los ciudadanos. Conozco alguno que llegó a hipotecar su vivienda por una labor completamente altruista y que nunca tuvo ningún reconocimiento. La mayoría de ellos realizan su labor en el ámbito social. El 15,2 en el sociosanitario, el 14,5 en el educativo, el 12,8 en el del ocio y el tiempo libre, el 11,4 el cultural, el 10,5 en el medioambiente, el 10,4 en el comunitario, el 8,4 de cooperación al desarrollo y a la cola el deportivo con 7'8%, protección civil con el 2'8% y otros.
A estos motores de la sociedad habría que añadir la desinteresada labor que realizan los abuelos. Uno de cada tres cuida a sus nietos dedicando un promedio de siete horas diarias, según datos de "cuidum.com". Se trata de personas normalmente anónimas que fortalecen el entramado social y vertebran un país. No reciben ni desgravaciones fiscales, ni el reconocimiento político, ni el social. Mal país es este que no cuida a quien te lo da gratis.