Revista Sociedad

Esperanza habla claro

Publicado el 22 mayo 2012 por Jmbigas @jmbigas
Se podrá estar de acuerdo o no con ella, pero creo que es de ley reconocer que, a diferencia de la gran mayoría de los políticos de este país, Esperanza Aguirre habla claro y se le entiende todo. Nunca esconde su credo profundamente neoliberal y da explicaciones perfectamente entendibles cuando se le pregunta.

Esperanza habla claro

Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid
(Fuente: foropolitico)

De Doña Rancia (como la ha bautizado la caverna mediática de la izquierda; que no existe, pero haberla hayla, sea formal o informal), deberían aprender Mariano Rajoy y su Gobierno. Rajoy atraviesa por una muy grave crisis de comunicación. Parece como si se avergonzara de las medidas que está tomando su Gobierno y se refugiara en el silencio, uno de los peores enemigos de los políticos en activo. Hace unos días, con motivo de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera del jueves pasado, algunas Comunidades Autónomas han aprovechado para aflorar cifras adicionales de déficit presupuestario del ejercicio 2011. Sin dudar de que las nuevas cifras sean reales, cualquiera puede sospechar que se está intentando por parte de todos los gobiernos en manos del PP (Central y Autonómicos) hinchar el déficit de 2011 al máximo soportable por los datos reales. Y eso por dos motivos principales. De una parte, eso permitirá mejorar la comparación de 2012 contra un 2011 sobrecargado, pase lo que pase en la contención del déficit durante este año. Y por otra, el Gobierno todavía puede esgrimir la herencia recibida (del PSOE) para las cifras del déficit en 2011. Y ya no podrá hacerlo para las del 2012. Esta mañana, Esperanza Aguirre fue entrevistada por Carlos Herrera en Onda Cero. A la pregunta, de plena actualidad, sobre el aumento del déficit de la Comunidad de Madrid para 2011 desde el 1,13% al 2,2% del PIB regional, la respuesta de Esperanza fue doble. De una parte, insistió en que la cifra que se había dado con anterioridad era provisional, y que así se había hecho constar. Indirectamente, acusó al Ministerio de Hacienda, por esconder esa cualidad al comunicar las cifras de déficit de las diversas Comunidades Autónomas, en su momento. Pero, lo que es más importante y trascendente, es su explicación sobre el origen del gasto adicional que provoca una parte de este déficit adicional (junto con la brusca caída de ingresos). Vino a decir que, habitualmente, la mayoría de gastos que se producen (o cierran) en las últimas dos semanas de Diciembre se contabilizan en el año siguiente. Mientras que, para el cierre del Presupuesto 2011 (y, por lo tanto, para la cifra final de déficit), todos los gastos reconocidos hasta el 31 de Diciembre se han contabilizado contra el Presupuesto de 2011, y no se han arrastrado, como era costumbre, a la Contabilidad de 2012. Existe una tradición en la Administración Pública española, muy probablemente heredada por las autonomías de las prácticas habituales en la AGE (Administración General del Estado). Una tradición que, por otra parte, es perfectamente genuina y no representa ninguna irregularidad. A partir de mediados de Diciembre, la ejecución del Presupuesto del año se da prácticamente por finalizado (salvo los gastos y desembolsos comprometidos, como las nóminas del mes, por ejemplo). Esto permite tener listas las cifras finales de la Contabilidad del año para los primeros días del Enero siguiente. Sin embargo, hay muchas empresas suministradoras habituales de la Administración Pública, que cierran (también) sus cuentas anuales el 31 de Diciembre. Por ello presionan a las diversas administraciones para que certifiquen los gastos (obras, suministros, servicios, etc.) antes del final de Diciembre. De esta forma, en sus propias cuentas anuales pueden incluir (correctamente, desde un punto de vista de posibles auditorías) esas partidas en su cuenta de ingresos (revenue) del año que termina. La certificación por parte de una Administración de una obra, suministro o servicio significa que reconoce que se ha ejecutado correctamente, y representa un compromiso irreversible de pago. Aunque físicamente, el pago efectivo se realice algún tiempo después.

Esperanza habla claro

Antonio Beteta, ex consejero de Economía y Hacienda de
la Comunidad de Madrid, y actualmente
Secretario de Estado de Administraciones Públicas
(EFE; Fuente: elpueblodealbacete)

Esto significa que, estando ya cerrado el Presupuesto de ese año, las certificaciones de las dos últimas semanas del año se acaban contabilizando por la administración correspondiente en Enero, contra partidas presupuestarias arrastradas del año anterior. Y, habitualmente, las certificaciones de finales de Diciembre de ese año, se acabarán contabilizando el año siguiente. Con este ajuste de las cifras del déficit (+1,07%) para la Comunidad de Madrid, una de las cosas que se ha hecho es contabilizar todas las certificaciones de 2011 (incluyendo esas de finales de Diciembre) al Presupuesto de 2011. Con lo que, en la práctica, las cuentas de ese año se ven penalizadas por el hecho de que están contabilizadas todas las certificaciones del año, más aquellos gastos certificados en las dos últimas semanas de 2010, de acuerdo a las prácticas tradicionales. Para un PIB regional del orden de los 200.000 millones de euros, el desfase ahora informado representa algo más de 2.000 millones de euros. Aunque no se han dado demasiados detalles, se habla de que unos 1.000 millones de euros podrían ser atribuibles a descenso no previsto de ingresos. Por lo que la inclusión de esas certificaciones de fin de año podrían representar algo más de 1.000 millones de euros para la Comunidad de Madrid (0,5%+). En buena lógica, debemos suponer que esta misma práctica contable se haya utilizado para las cuentas del Gobierno de España del 2011. El total del gasto reportado para 2011 incluiría, pues, todas las certificaciones hasta el 31 de Diciembre de 2011, además de los gastos reconocidos en las dos últimas semanas de 2010, de acuerdo a los usos habituales. Lo que, por cierto, abre la posibilidad de que las cifras sobre el déficit en 2012 que se vayan a hacer oficiales allá por los primeros meses de 2013 vuelvan a las prácticas habituales, y no incluyan las certificaciones de la segunda quincena de Diciembre de este año. Una reducción del déficit sin ninguna base real más que la utilización de dos prácticas contables diferentes, aunque igualmente válidas y legales. Pequeñas truculencias, en fin, de las que Esperanza no tiene ningún reparo en hablar (a diferencia de sus mayores del Gobierno de España). El próximo viernes se va a celebrar en el estadio Vicente Calderón de Madrid la final de la Copa del Rey, que va a enfrentar al FC Barcelona y al Athletic de Bilbao. Por cierto, se va a habilitar la llamada Fan Zone (la zona de espera  y animación para los aficionados de uno u otro equipo) en el área rehabilitada de Madrid Río, al que dediqué una serie de artículos (muy ilustrados), el año pasado. Algunos elementos nacionalistas, más o menos extremos, ya se han encargado de anticipar un cierto sabotaje en forma de gran pitada al himno nacional, o incluso a la presencia del Príncipe de Asturias en el estadio. Carlos Herrera le preguntó a Doña Esperanza cuál sería su propuesta de decisión si los hechos se acaban produciendo de esa forma. Esperanza fue fulminante en su respuesta: si hay pitada generalizada en el Vicente Calderón, el partido debería suspenderse y celebrarse posteriormente a puerta cerrada. Lo cual es, dicho sea de paso, una provocación en toda regla. Poco después, en Los Desayunos de TVE estaba invitado Antonio Basagoiti, el líder del PP del País Vasco y reconocido seguidor del Athletic de Bilbao. Preguntado sobre esta reacción de Esperanza, su respuesta intentó desdramatizar el tema, en la línea de que unos pocos exaltados no deberían aguar el espectáculo esperado por la mayoría. Además, curiosamente, llamó la atención sobre la reciente final de la Europa League en Bucarest, que enfrentó al Atlético de Madrid (que resultó el ganador) también con el Athletic de Bilbao. Según dijo Basagoiti (a mí no me consta), en el fondo de los hinchas más radicales del Atlético de Madrid, había abundancia de banderas españolas con el pollo, es decir, preconstitucionales e ilegales. La conclusión, en fin, sería que el fútbol moviliza a sus propios exaltados. Y al ser seguido de muy cerca por una buena parte de la población, lo convierte (indeseadamente) en un escenario ideal para esos grupúsculos.  Pero cuatro exaltados no deberían tener ni siquiera la opción de estropearnos el espectáculo a los demás. Me parece más razonable esta reacción de Basagoiti que la de Esperanza. Que Doña Rancia, al responder a Carlos Herrera, se explayó y se pasó de frenada.

Esperanza habla claro

Antonio Basagoiti, líder de los populares vascos.
(Fuente: rtve)

Mi reflexión final es sobre qué pasaría si Esperanza Aguirre ocupara hoy la Presidencia del Gobierno de España. Lo que, por cierto, podría haber tenido oportunidades de suceder si el Congreso de Valencia del PP se hubiera desarrollado por otros derroteros. Sin duda el país sería bastante más alegre; o, por lo menos, mucho más divertido. Porque el registrador gallego es un triste, y nos está contagiando a todos. Y ello me trae a la cabeza uno de esos eslóganes malsonantes, pero inevitablemente gracioso: maricones al poder; al menos que nos den por el c... profesionales. Con Esperanza Aguirre se podrá estar o no de acuerdo. Pero es de ley reconocer que sabe lo que quiere y lo que persigue, habla clarito y se le entiende todo. Aunque alguna vez estaría más guapa calladita; pero no es su estilo. Y, por cierto, ya ha avanzado que será fiel a su promesa de no subir los impuestos; pero subirá las tasas que también son tributos, aunque técnicamente, no son impuestos. Muy lista Doña Rancia. Por lo menos, no se esconde. Como hacen, por cierto, casi todos los demás. JMBA

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