Espero que no sea un mal presagio

Ayer, cerca de las 14 horas, una llamada al 112 alertó de un incendio declarado entre los términos municipales de Ibi, Xixona y Tibi, cerca de la zona de Vivens. En el Parc de les Hortes, la Ruta de las Tapas nos había congregado a cientos de ibenses que empezamos a notar un evidente olor a pino quemado, mientras por la zona de Villalobos apareceía una densa humareda que indicaba la existencia del incendio. El sonido de los helicópteros empezó a escucharme rápidamente. Afortunadamente, era de día y no hacía excesivo viento, lo que permitió el amplio e inmediato despliegue de medios aéreos.

Ya me he referido en alguna ocasión a mi especial sensibilidad frente a los incendios y, sobre todo, los forestales. Recuerdo que en el año 1994, cuando aquel espantoso incendio en la Sierra de Mariola, dejé el despacho, me presenté voluntario en el Ayuntamiento de Alcoy (entonces yo vivía y trabajaba en Alcoy) y me pasé un día entero apagando rescoldos en un ambiente absolutamente dantesco.

Ayer, al ver el lugar desde el que partía la blanca humareda, pensé que podía ser peligroso intentar aproximarme por la vía más rápida, es decir, por la zona de Deroca o Tibi. Así que opté por dar un rodeo: me fuí por La Carrasqueta, cogí el camino de Vivens y llegué hasta la zona donde estaba el operativo: varios camiones autobomba, Guardia Civil y agentes forestales. La Guardia Civil me advirtió de que intentar acercarse era peligroso debido al trabajo de los medios aéreos. Observé que los dos helicópteros realizaban la carga de agua en un depósito muy cercano al lugar y opté por intentar llegar hasta ese sitio, donde se ubica también una torre de observación.

Ver Incendio de Vivens (Mayo-2010) en un mapa más grande

Me impresionó observar la rapidez con la que actuaban los helicópteros, haciendo viajes de carga y descarga que apenas duraban unos minutos. Tras docenas y docenas de viajes, sobre las 18,00 horas abandoné el lugar, convencido de que el incendio estaba controlado. Desde aquí mi felicitación a todos los funcionarios y trabajadores por su extraordinaria labor (bomberos, pilotos, policias, guardias civiles, etc). Desconozco la superficie que puede haberse visto afectada, pero calculo que serán 15 hectáreas como mínimo.

Pude captar imágenes impresionantes de los helicópteros en plena maniobra de carga. Parece fácil, pero requiere de una extraordinaria habilidad. Sólo espero que este verano no tengamos que ver esta escena repetida, pues ha llovido mucho y la sierra está llena de hierba y maleza que, en agosto, se convertirá en pura yesca.