Después de mi desbloqueó lector gracias a Fauna conyugal no quise volver a caer en la apatía así que, buscando en la estantería, me topé con esta novela que compré no hace mucho de segunda mano. Era una gran devoradora de las tramas conspiratorias – religiosas al estilo Dan Brown. Sé que, para mucho, no son novelas de gran calidad literaria pero logran su cometido, al menos en mi caso, y es engancharme de tal manera que soy incapaz de soltar el libro hasta terminar. En este caso tocaba un autor español, Juan Gómez – Jurado, con el que ya había tenido un contacto en El paciente. Así que decidí darle una segunda oportunidad.
Espía de Dios de Juan Gómez - Jurado320 PáginasPlaneta - 2007Es el 2 de abril del año 2005 y desde Roma el mundo acaba de conocer la noticia del fallecimiento del Papa Juan Pablo II. La plaza de San Pedro está abarrotada de fieles desconsolados esperando poder dar el último adiós al Pontífice. Al mismo tiempo ya se prepara la ceremonia del cónclave en la que se elegirá al nuevo Papa, es por ello que decenas de cardenales viajan desde numerosas partes del mundo.
Lo que no saben los ciudadanos congregados allí es que en las últimas horas han sido asesinados, brutalmente, dos cardenales. La policía especial del Vaticano siente como los sucesos se les escapan de las manos, es demasiado para ellos, acostumbrados a lidiar con la prensa y algún que otro intruso. Es por ello que deciden llamar a la policía de Roma para que se haga cargo. Eso si, hay una condición: lo que pasa tras los muros no debe salir de allí. La encargada de la investigación será Paola Dicanti, una joven criminóloga que ha tenido que luchar para ascender en una profesión de hombres. Ahora siente que ha llegado el caso de su vida y está dispuesta a dejarse la piel para descubrir quien está intentando acabar con los cardenales y por qué. En el pasado empecé varias veces esta novela, pero lo cierto es que nunca llegó a engancharme como para continuarla. Esta vez no ha sido así. La historia comienza con la muerte de Juan Pablo II y desde ese instante sentí unas ganas irremediables de continuar la novela hasta la última página. ¿Por qué? Pues no sé muy bien, pero todo el ritual tras la muerte del Papa, como actúan los que estaban alrededor me ha parecido sumamente interesante. Y mirad que he leído novelas de este estilo, “thriller religioso” lo podríamos llamar, pero creo que nunca me había topado con la muerte del pontífice en ninguna de ellas. Pero vamos al meollo de la cuestión. Dentro del Vaticano hay alguien que desea acabar con los cardenales. Eso queda patente tras la muerte de dos de ellos. Para los presentes allí es un misterio la identidad del asesino, pero no para el lector. A medida que avanza la historia se van entremezclando los capítulos sobre el asesino – su mente, sus motivaciones, su infancia…- con los asesinatos y la investigación. Todo ello ayuda a que podamos entender un poco mejor el porqué de tanta brutalidad en sus ataques. Como digo la historia es muy interesante y, al menos a mí, ha conseguido engancharme como hace tiempo que no me pasaba. Página tras página y, aunque ya sabía quién era el culpable, sentía la adrenalina de la lucha contrarreloj de la policía por dar con él. Una de las cosas que más me han gustado de la historia es que no sólo se basa en los crímenes. A través de las investigaciones de la detective Paola, así como del padre Fowler (un cura que aparece para ayudar en la investigación) conoceremos muchos datos sobre los abusos a menores por parte de ciertos curas, así como aquella parte más rancia e hipócrita de la Iglesia Católica ha luchado con ahínco por silenciar e incluso por culpabilizar a las víctimas. También tendremos la otra parte, aquella que ha intentado sacar a la luz y castigar a los culpables, encontrando con ello la oposición y el rechazo de buena parte de sus compañeros. Por otro lado, la lucha de poderes entre la policía de Roma y la del Vaticano. Una trabaja por la verdad y por la justicia y la otra, la del Vaticano, sólo por el silencio. Me impresionó muchísimo como los responsables de la seguridad del Vaticano hacen cualquier cosa porque lo que ocurre dentro de sus muros no traspase al exterior. Luchan contra lo que sea y quien sea por ocultar los terribles crímenes que están sucediendo. Y todo ello lo hacen en nombre de la religión. En definitiva, creo, que queda bastante claro que he disfrutado muchísimo con la lectura de Espía de Dios. Es una novela muy interesante, que a pesar de lo que pueda parecer en un primer momento va mucho más allá de los asesinatos a cardenales. Un ritmo trepidante y unos giros argumentales muy buenos. Desde luego más que recomendada para quienes disfrutéis, como yo, de este tipo de historias.