El papa, contra Stephen Hawking en su última obra “El gran diseño” (en la que el científico asegura que no es necesario invocar a Dios para que el universo se ponga en marcha), propone que descubramos “en la belleza del universo la sabiduría del Creador”. Créanme que miro y remiro… tras la belleza “sólo” veo belleza, esa singular y maravillosa conjunción de procesos electroquímicos, físicos, de azares, probabilidades… ¿No basta con esto, con descubrir –en medio de la que está cayendo- esto que llamamos belleza? ¿Es necesario inventarse un diseño inteligente, un creador, uno o varios dioses?
Me basta con la belleza, me da energía y aliento para continuar viviendo, a veces en medio de tanta fealdad. Yo creo que el papa aprecia menos la belleza, así tan empeñado en buscarle propietario. Nadie puede serlo de la belleza, porque es inaprehensible, es libre, no esclava, no hija, ni madre, ni nada de eso.
Las ataduras mentales de las religiones sólo sirven para enturbiar la belleza. Hay que romper sus coyundas, sacudirse su yugo para disfrutar –en lo que podamos- de lo bello, lo bueno, lo justo…
Liberados del yugo religioso, tendremos la posibilidad de llegar a ser espirituales, seres de vida plena. La religión es una contraespiritualidad, las religiones encadenan, cortan las alas del espíritu.
Feliz año espiritual, feliz año sin religión ni religiones.
Filed under: espiritualidad, ratzinger, religión Tagged: belleza, creación, espiritualidad, ratzinger, stephen hawking
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure