Hola a todos, el otro día llegó a la farmacia una madre muy preocupada, pues había llevado a su hijo al pediatra y le había dicho que estaba rozando la obesidad ¡¡y que tenía que perder peso!!
El problema que la pobre me planteaba, era que su hijo tenía 11 años ¡¡y comía muchísimo, nunca estaba saciado, siempre repetía y no se veía harto de comida!! Me preguntó por alguna planta que le disminuyera el apetito…¡total, que me puse a pensar y BINGO, me acordé de la espirulina, un súper saciante!
Veréis, todos cuando tenemos hambre, comemos, es un mecanismo que nuestro organismo utiliza para avisarnos que necesita energía y nutrientes, para poder seguir funcionando.
Al comer, nuestro estómago se va llenando de alimentos, se va dilatando y los receptores nerviosos que están en las paredes del estómago se activan, mandando una señal a nuestro cerebro a través del nervio vago. Entonces se produce la sensación de saciedad y nuestro cuerpo nos dice ¡¡para de comer, ya no necesito más, estoy saciado!!
El problema que se plantea, es que estos estímulos tardan unos 20 minutos en llegar a nuestro cerebro ¡desde que empezamos a comer! Y si en este periodo de tiempo se sigue comiendo…la cantidad de alimento puede llegar a ser grandísima (si se come muy rápido).
Por todo esto me acordé de la espirulina, Spirulina maxima. Es un alga unicelular con forma de sacacorchos, aunque a día de hoy hay granjas que la cultivan proviene del lago Tecuitlatl en México y lago Chad en África; se utiliza el alga completa.
Espirulina es rica en proteínas (60-70%), triptófano, ácidos grasos esenciales como el γ-linolénico, vitaminas del grupo B y mucílagos entre otros componentes. Debido a su gran cantidad de mucílagos y proteínas, produce esa sensación de saciedad, ¡estamos llenos y no necesitamos seguir comiendo!
Se sabe, además, que si estos mucílagos se ponen en contacto con agua, se hinchan, aumentando 4 veces su tamaño. ¿Os lo podéis imaginar? Por ello la espirulina hay que tomarla 30 minutos antes de las comidas con abundante agua. De esta manera se hincha en el estómago, dilatándose las paredes del mismo y poniendo en funcionamiento los receptores que mandaran la orden al cerebro de estar saciado, ¡por lo que dejaremos de comer! ¡Es alucinante!
La dosis de la espirulina como saciante varía desde 500 mg/día, repartida en varias tomas al día. Y podemos ir subiéndolo progresivamente hasta 3000 mg/día. ¡¡Recordad que hay que tomarla con un buen vaso de agua!! Veréis los resultados.
¡Ahhhh, se me olvidaba deciros que para deportistas también está muy aconsejada, pues refuerza la resistencia al entrenamiento y aporta vitalidad y energía. ¡No me puede gustar más la espirulina!
¡Por cierto! Si tenéis ácido úrico, NO podéis tomar la espirulina (por la cantidad de proteínas que tiene entre el 60-70% de su contenido), por ello puede llegar a empeorar tu patología.
Y por último deciros que busquéis productos con garantía de CALIDAD, pues resulta que este alga crece junto a otras
algas muy tóxicas (pues acumulan metales pesados), si no se manipulan bien (separando unas de otras), podemos llegar a tener problemas, como alguna vez ha pasado, ¡por lo que ojo, con las marcas que usemos!Os dejo, ¡sigamos pensando en verde!
Bibliografía
Heussner AH, Mazija L, Fastner J, Dietrich DR. Toxin content and cytotoxicity of algal dietary supplements. Toxicol Appl Pharmacol 2012; 265 (2): 263-71. doi: 10.1016/j.taap.2012.10.005.
Vichi S, Lavorini P, Funari E, Scardala S, Testai E. Contamination by Microcystis and microcystins of blue-green algae food supplements (BGAS) on the italian market and possible risk for the exposed population. Food Chem Toxicol 2012; 50 (12): 4493-9. doi: 10.1016/j.fct.2012.09.029.
Mette Kristensen *, Morten Georg Jensen, “Dietary fibres in the regulation of appetite and food intake. Importance of viscosity”, Appetite 56 (2011) 65–70, 2010 Elsevier Ltd. All rights reserved.
John H. Cummings, Laurie M. Edmond, Elizabeth A. Magee, “Dietary carbohydrates and health: do we still need the fibre concept?” Clinical Nutrition supplements (2004) 1, 5–17, 2004 Elsevier Ltd. All rights reserved.