Hablar con gente de música a través de la red, te hace volver a escuchar discos que hace años que no escuchas.
Este disco de Esplendor hacía mucho tiempo, años, que no lo escuchaba.
Editado en el año 91 y grabado en Melilla, es el último disco donde aparece uno de los fundadores Gabriel Riaza, convertido al Islam y que actualmente parece que quiere olvidarse de todo su pasado, por lo menos con todo su pasado relacionado con el grupo.
Como no quiero entrar en temas sobre la religión, porque además este blog no está para eso, me voy a ceñir al disco, que es de lo que se trata.
No puedo evitar decir que no es el trabajo que más me gusta del grupo, pero es un trabajo de Esplendor Geométrico, el mejor grupo de Música Industrial del planeta.
Dicho lo cual, la calidad está asegurada.
Sus señas de identidad siguen impertubables, pero sí que aprecio como si el sonido se "suavizase" un poco, ligeramente, de una manera casi imperceptible en algunos temas.
Los sonidos arabescos son más que evidentes en este disco, pero la foto y el título ya nos deberían dar una idea de que eso podía ocurrir.
Pero sus bases rítmicas siguen siendo en la mayoría de los casos potentes cuando lo requiere el tema.
Es el caso de la espectacular Medinati. Un temazo demoledor.
Trafica es un gran tema también con esas voces recogidas de la radio y con las que Esplendor Geométrico han sabido jugar como pocos.
Descontrol es otro trallazo a la boca del estómago sin concesiones. Ruido y percusión para demolerte el cerebro.
Y es que lo bueno de la música de Esplendor Geométrico es que consigue que entres casi en trance industrial, como si fueran unos chamanes industriales.
Entras en su mundo, te atrapan, y sólo vuelve a la realidad cuando su música termina.
Sus percusiones, sus sonidos, hacen algo que muy pocos consiguen en mí. Sus ruidos son inmensos, sus percusiones tribales en muchos casos, pero no cansan nunca.
Jeque de Aljama parece que se suaviza su música, como en Instrospección, y es verdad, pero sigue sonando todo fuerte y potente.
Min Dahul a casi veinticinco años de su publicación, es un tema ideal para poner en cualquier club a las seis de la mañana. Ritmos cuasi roqueros? No. Tribalismo puro y duro.
Repito un disco que no es el que más me gusta de ellos, pero que no deja de ser una gran obra industrial del grupo.
Pero como tiene muchas, pues es difícil decantarse.
Esplendor Geométrico siempre, siempre son recomendables. Nunca han hecho un mal disco.
Eso sí, también hay que reconocer que sus sonidos son para gente con las orejas inquietas y sin prejuicios a la hora de buscar nuevos sonidos.
Porque ellos siempre suena actuales.
El año pasado hubo una reedición en vinilo, (originalmente sólo salio en CD) con otra portada.
Técnicamente la portada es más bonita, pero si escuchamos el contenido, la verdad es que la portada original está más acorde con el todo.