Esponja vaginal de Joydivision

En esta nueva review os presento un producto muy interesante y pero poco conocido: La Esponja vaginal de la marca Joydivision.

¿Qué es la llamada "Esponja vaginal"?

Estas esponjas vaginales, también llamadas tampones-esponja, han sido ideadas para utilizarse durante los días de menstruación y se le pueden dar diversos usos.

Por ejemplo, se pueden utilizar a modo de tampón o como complemento para mantener relaciones sexuales en los días que se está menstruando.

¿Qué características tiene?

Soft- tampons son esponjitas que están creadas específicamente para el uso vaginal, vienen empaquetadas por separado y por supuesto, están esterilizadas.

Su textura es suave y agradable, están fabricadas de material higiénico que está comprobado clínicamente y dermatológicamente. Esto significa que el producto ha sido probado en personas bajo la supervisión de un profesional médico o científico cualificado, y probado en personas para comprobar su eficacia o su tolerancia cutánea, bajo supervisión de un dermatólogo.

En este caso, Soft-tampons son esponjitas de color rosa y tienen varios tamaños disponibles a elegir para adaptarse a cada mujer y situación. Además, tienen una buena adaptación a la anatomía genital femenina y un gran poder de absorción.

Concretamente, esta cajita contiene 3 unidades y he elegido el tamaño mini, pero podéis encontrar otros tamaños disponibles en la web.

Otro dato es que estas esponjitas vaginales no están asociadas con el Síndrome del Shock Tóxico. Y, al ser hipoalergénicas, incluso las mujeres con alergias pueden utilizarlas. Eso sí, en los casos donde no está recomendado su uso es después de dar a luz, ni en los tres meses posteriores.

Y por último, en este caso son esponjitas vaginales desechables.

¿Cómo se utilizan Soft-tampons?

Soft-tampons están pensadas para utilizarse durante el periodo menstrual, ya sea a modo de tampón, para practicar deportes, para actividades acuáticas, Spa's, saunas, etc. Y su adaptación hace que no sientas que la llevas puesta y además, al ser tan absorbentes, se evita cualquier tipo de fuga.

Estas características también sirven para darle un uso durante las relaciones sexuales durante la menstruación, ya sea para no manchar las sábanas o si se prefiere mantener relaciones sexuales sin la visualización del flujo menstrual. Que ojito, ¡no tiene nada de malo, ni de sucio! Aunque pueda resultar engorroso en alguna situación o pueda causarle impresión a aquellas personas más aprensivas con la sangre.

En estos casos, esta es una buena alternativa y muy cómoda.

Durante las relaciones sexuales no se siente ninguna molestia, y para la otra persona es prácticamente imperceptible. Aún así, siempre hay que tenerlo en cuenta y estar pendiente por si se saliese, pero no suele ser lo habitual.

En otros casos, las esponjas vaginales también son conocidas como un método anticonceptivo cuando están recubiertas por un espermicida. Aunque yo no soy muy fan de este método anticonceptivo porque su efectividad es más baja y porque además, no previene de ITS y ETS.

Ahora sí, ¿cómo se coloca?

Su colocación requiere un poco de práctica pero no es nada complicado, al ser blandita, se dobla con los deditos y se introduce de la misma forma que un tampón sin hilo hasta que sintamos que está perfectamente colocada y no hay molestias.

Es recomendable usar un poquito de lubricante de base acuosa para facilitar la colocación.

Una vez colocada, puedes hacer lo que te plazca. Y para retirarla, si que requiere un poquito más de practica. De igual forma, introducimos el dedito índice o corazón y buscamos el enganche (un pequeño agujerito en la parte baja) para extraerla.

Por favor, que no cunda el pánico porque la esponjita no puede desparecer ahí dentro, el conducto vaginal mide alrededor de 8-10 cm sin dilatación, y ahí se encuentra la esponjita, sin perdida alguna.

Además, por lo general, a medida que se va saturando va descendiendo por la vagina debido al peso del flujo menstrual en la esponja, lo cual facilita mucho la extracción porque está más hacia fuera. Y en el caso de que haya quedado muy arriba, como ocurre si se quiere sacar después de mantener relaciones sexuales, ayuda colocarse en posición de "cuclillas", ya que de esta manera la profundidad de la vagina puede reducirse hasta aproximadamente 4-5 cm, y ahí no habría ningún problema de extracción.

Pero si aún así no es posible retirarlo, lo mejor es relajarse y esperar un par de horas a que se sature y descienda por si misma.

¿Te animarías a probar?

Sobre la autora:

Judith Viudes es Psicóloga y Sexóloga especializada, y pasa consulta en el centro de Psicoterapias y Sexología situado en Villajoyosa (Alicante). Además, también ofrece consultas online y es una experimentada escritora en varias webs del mundo erótico. Sígue a Judith Viudes en Twitter y en Facebook.