Cuando la vertebral RN40 queda atrás porque se ha ingresado a la ruta que lleva a Esquel, todo a nuestro alrededor se pinta de verde: Nos hemos alejado de la extensa y árida meseta patagónica para comenzar a recorrer la Patagonia andina. La ciudad de Esquel constituye un portal a la belleza cordillerana.
Esquel es una ciudad amable y tranquila desde la cual se pueden realizar distintas excursiones a lugares hermosos, tales como:
La Represa Hidroeléctrica Futaleufú,
La Hoya, importante centro de esquí y montañismo,
Trevelina poco más de 20 Km, donde se pueden conocer historias de inmigrantes galeses y saborear sus ricos y tradicionales tés,
El Parque Nacional “Los Alerces” que reúne un paisaje abrumador con sus densos bosques de especies milenarias, sus ríos cristalinos y bravíos y sus lagos azules en cuyas aguas se concretan excursiones en lancha para adentrarse en los alerzales y, aun así, resulta casi imposible no detenerse en sus márgenes para admirarlos.
También, Esquel te sorprende con un viejo tren que sube y baja en un sublime paseo por las sierras bajas, al que llaman “La Trochita”.
Vale la pena conocer su historia.
Vistas de la ciudad arbolada, que espera la Primavera
Una casa muy antigua, frente a la plaza principal de la ciudad
Edificio Municipal de Esquel
Calles embellecidas en esta época por los cerezos en flor. Definitivamente, un lugar para volver.
Desde este blog, podemos viajar sin viajar y disfrutar viajando