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Hasta hace unos días hacía demasiado frío para ir a esquiar. La gente con pases de temporada iba hasta las pistas para hacer un par de bajadas y volvían al pueblo con la nariz marrón debido a la congelación. Pero últimamente la temperatura ha subido lo suficiente como para que salir de casa no sea como meter la cabeza en cubo lleno de hielo.
Los astros se alinearon también y este buen tiempo coincidió con el Fam Day, que es un día en el que a los habitantes del pueblo les ofrecen un pase de un día para las pistas y todo el material de esquiar por una cuarta parte de lo que cuesta el forfait de día. Un chollo.
Así que Marina y yo nos aprovechamos de esta alineación astral y nos fuimos a probar las pistas.
El día fue perfecto. Estábamos a unos 5 grados bajo cero, nevaba bastante, no hacía viento y casi no había gente en las pistas. Y aunque hubiese habido gente daba igual ya que la estación es gigantesca.
El punto más elevado de la estación se encuentra a 2637 m y el area esquiable son 1700 hectáreas. De las 139 pistas marcadas la más larga es de 8 km (es un poco aburrida porque es relativamente llana) aunque tienen lo que llaman “back bowls” que sería la ladera trasera de la montaña donde básicamente bajas por donde buenamente puedes.
Marina esquió y yo hice snowboard, como de costumbre. La nieve estaba espectacular: llevaba un par de días nevando cuando fuimos así que era todo nieve polvo muy seca, nada de capas de hielo o demás incordios.
Las pistas son muy largas y no tienen demasiada pendiente, aunque una vez arriba de todo de la montaña puedes bajar un poco por donde te dé la gana, en principio sin riesgo de aludes. Así que hay pistas para todos los gustos y niveles.
Nos lo pasamos evidentemente muy bien aunque probablemente nuestro deporte de invierno siga siendo más el esquí de fondo que el alpino.
Enrique & MarinaEnglish versionSKI IN LAKE LOUISE
For a while it was too cold for us to go skiing. Our mates with the ski pass went to the hill to do a couple of runs and came back with their nose tips black and frostbitten. But lately the temperatures have been milder and getting out of the house didn’t feel like a putting your head in an ice bucket.
Karma was on our side and the good weather came at the same time as we had our FAM day. This is a day when people who lives in Banff and Lake Louise area can apply for a package that includes lift tickets, gear rental and beginners lessons if needed for less than a forth of the regular price. A real bargain.
We took advantage of the weather and the deal and went to check the hill out.
We had a perfect day. It was about 5 degrees negative, the snow was gently falling, there wasn’t any wind at all and the resort was nearly empty. Or maybe there it wasn’t but it didn’t matter because it’s that big.
The maximum elevation of Lake Louise is 2,637 m and the skiing area counts with 1,700 hectares. There are 139 runs being the longest up to 8 km. This one is a bit of a boring track since it’s too flat and we found it too slow as opposed to the so called “back bowls” which are a group of very steep basins located in the north face of the mountains with no real tracks and where you have to find your own way.
I skied and Enrique went snowboarding as usual. The snow conditions were great: it had been snowing for a couple of days, everything was covered with very nice dry powder and we didn’t see a single patch of ice.
We loved the very long runs we have here and we choose mostly blue tracks and went down a few blacks that weren’t too fast. But once at the top of the lifts there’re options for everyone and no risk of avalanches, since the maintenance of the station takes care of this issue.
It was such a great day and we had an awesome time but we still prefer cross country better than down-hill. Enrique & Marina