Sigue siendo tal cual, la vida misma una sucesión de instantes sin orden ni prioridades, un caos perfecto odiado y querido, rebosante de imperfecciones que se escapa de entre los dedos inútiles....Pasiones apaciguadas, horrores amigos, dolores acostumbrados, caricias y olvidos, olvidos recordados y recuerdos olvidados entre las fértiles sombras de los ancianos y retorcidos olivos.
Pero a veces, sólo a veces, viene el ser imaginario que habita mis adentros inexpugnables y me besa en la boca, y me muestra los restos aroma a jazmín de tu estela sobre mi cuerpo, sobre mis pensamientos y mis deseos, sólo a veces me muestra entre un paño bordado por finos dedos blancos, los abrazos sin tiempo y jamás colmados de tus piedras que son corazones dorados, y mi corazón que es de piedra en sus oscuros adentros.
Entonces, esas veces que la imaginación se alía con la ausencia del recuerdo, esas veces los sueños son plenos amaneceres, cuajados de realidades frescas, aroma a fresa y a romero. Esas veces que la falta se enreda con el sueño, esas veces la ausencia es ausente y el sueño es verdadero...