Revista Cultura y Ocio
Aunque así lo afirman la tradición y la iglesia, que a finales del sigloXIX encargó una “prueba científica” para confirmarlo, algunos investigadores sostienen que los dos millones de peregrinos que visitan Santiago de Compostela cada año veneran sin saberlo los restos del hereje Prisciliano, ejecutado en Tréveris (Alemania) en 385,y cuyo cuerpo habría sido trasladado por sus seguidores hasta Galicia a través de una ruta que después seguirían los peregrinos. Al parecer este mito nació como una necesidad política y militar de los cristianos europeos.