La italiana Emma Morano, la mujer más anciana de Europa, acaba de cumplir 116 años y su secreto podrían ser los tres huevos diarios que comió durante gran parte de su vida, afirmaron el lunes los periódicos italianos.
Nacida el 29 de noviembre de 1899, Morano es la segunda mujer más vieja del mundo, por detrás de la estadounidense Susannah Mushatt Jones, nacida cuatro años antes, cuenta el periódico de Turín La Stampa.
Los genes tienen seguramente algo que ver con su longevidad —su madre murió a los 91 años y unas de sus hermanas a los 107— hasta el punto que su ADN será estudiado en la Universidad de Harvard.
Este mujer enérgica vive en un apartamento de dos habitaciones y sólo aceptó ayuda el año pasado. “Con la fuerza de la voluntad todo es posible”, afirma.
Esa misma fuerza le llevó, en 1938, a separarse de su marido violento, que le pegaba, poco después de que perdieran a un bebé de siete meses. Fue así como a los 39 años, en una época en la que no existía el divorcio, decidió vivir sola “porque no quería depender de nadie”, explicó en febrero al New York Times.
Hasta los 75 años fue obrera en el sector textil y ha vivido casi toda su vida en la pequeña localidad de Verbania, en el Piamonte, cerca de Lago Mayor, cuyo clima le había recomendado un médico. A los 20 años, cuando tenía anemia, otro médico le recomendó comer dos huevos crudos y uno cocida cada mañana, un consejo que siguió hasta los 110 años, lo que supone cerca de 100.000 huevos en toda una vida.