No llevamos ni dos semanas del nuevo año y ya nos estamos echando los trastos a la cabeza, se ve que eso de año nuevo vida nueva no afecta a los seres endémicos del Congreso de los Diputados.
Esta primera crisis del año ha tenido un detonante tan singular y absurdo que bien se podría asemejar a las serias protestas que se están sucediendo en suelo iraquí, cuyo motivo de estallido no es otro que... ¡El precio de los huevos! Pero nosotros hacemos nuestra versión un poco más light, sin salir a la calle; que hace mucho frío. Mientras gran parte del equipo del "desgobierno" se encontraba en sus quehaceres diarios, como hacer presencia en la tribuna del Pizjuan durante el trascurso del mejor Sevilla-Betis que recuerdo, cientos de personas se agolpaban en la AP6 a la espera de una solución para ese monumental atasco que se había formado. A la par que redactaba este párrafo me he dado cuenta de un dato crucial para que este incidente halla sido tan importante y mediático, ¡los medios no tienen más de 2 o 3 noticias y ya no pueden hablar de lo secos que están los pantanos!.
Y no es por otra razón del porqué este hecho refleja la situación actual de España, ¿no creen?. Mientras ese gran grupo de desafortundados conductores se quedaba atrapado por la nevada esperando ansiosos una respuesta por parte de las autoridades, a medida que compartían su dramática situación en Facebook, me he dado cuenta que, estos desafortunados conductores somos todos y cada uno de nosotros esperado respuestas y soluciones por parte de los mismos, sobre temas que nos incumben a todos los españoles. Véase las incontables tramas de corrupción que se suceden en uno y otro bando o la mala gestión de prácticamente cualquier ámbito público; sanidad, ejército, cuerpos de seguridad... y no hablemos de la educación.
¡Ay, si Churchill, Jefferson o Dª Isabel la Católica levantaran la cabeza!
Y para despedirme de esta copiosa nevada, no hay mejor frase que resuma esta pequeña gran revolución que el Principio de Hanlon: «Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez »
¡HASTA LA PRÓXIMA!