Ya me di cuenta con Tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti que Moccia no me camelaba como a otros cientos de miles de lectores. O millones, me da igual. Si este hombre piensa como escribe, debe ser un auténtico machista. Y aún tengo en la estantería Carolina se enamora. Al menos ya sé que puedo abandonar sus libros sin que me corroa la conciencia.
Por cierto, el avatar de la entrada, que tal vez os estéis preguntando qué tiene que ver con el libro, es un trozo de la libreta que regalaban en Círculo de Lectores con su compra. No me pude resistir a la libreta a pesar de que por entonces ya intuía que Moccia no iba a ser para mí. Argumento: Tancredi es uno de los hombres más ricos del mundo. Joven, apuesto y brillante, es incapaz de entregarse al amor por culpa de un terrible incidente ocurrido años atrás.Sofia era una joven promesa del piano, hasta que una estúpida discusión con su novio Andrea cambió su vida para siempre. Alegre y soñadora, decidió aparcar su carrera y sus sueños para cuidar de Andrea, en silla de ruedas tras aquella fatídica noche.
Tancredi y Sofia. Dos mundos diferentes, opuestos, como el día y la noche, se verán unidos, al fin, por la lluvia y el destino.Para lo que tengo que contar, con ese argumento hay más que suficiente. Ni siquiera he llegado a la parte en que los protagonistas se conocen (sí, se lo estaba tomando con calma para presentárnoslos), pero con lo que he sabido de ellos en estas pocas páginas me vale. Si tuviese que leerme el libro completo la reseña saldría por fascículos con todo lo que le sacaría. Para empezar diré que si he querido darle otra oportunidad al autor con este libro ha sido porque los protagonistas son adultos y esperaba más que de los niñatos de los citados libros. Enorme error. Han resultado ser aún peores.Ha sido sobre todo por culpa de él que he abandonado tan pronto el libro, Tancredi. Lo tiene todo: es guapo, multimillonario y está perfectamente sano. Sin embargo, tiene una gigantesca tara mental: no soporta ver la felicidad de los demás. Es superior a sus fuerzas. En tan pocas páginas descubrimos que su especialidad es romper parejas, conseguir que las mujeres de otros se acuesten con él mediante un proceso de seducción que tiene perfectamente estudiado. El único punto que le doy es que no se ha tirado a la mujer de su mejor amigo. La cosa es que creo que no lo hace por así hacer infeliz a la chica que decía estar enamorada de él mucho antes de salir con su actual marido. En muy pocas páginas, Moccia nos presenta a un capullo MACHISTA sin sentimientos. Os dejo algunas perlas:
"- Me ha parecido superficial. Como mucho, sabrá hacer bien lo que parece innato a todas las mujeres. Llorar."
"- A una mujer siempre le gusta sentirse enamorada. A veces incluso aunque no sea correspondida. Hasta diría que mejor si no lo es. Le permite ser más puta."Y con estas maravillosas frases el muy cerdo tiene todas las mujeres que quiere detrás suyo. Además, para completar el cuadro machista, el marido al que le pone los cuernos la mujer con Tancredi le da a ésta una bofetada que la tira de la silla, delante de sus hijos pequeños, en mitad de un restaurante. Todo eso mientras el protagonista presencia lo que él mismo ha desatado al pedirle a un camarero que le diese al marido un sobre con fotos explícitas de su señora. Me repatea enormemente esa violencia machista que queda justificada por los cuernos ante la suficiencia del que la ha desencadenado y el pasotismo de los que ven la escena. Me repatea aún más que la infidelidad de la mujer acabe así con los precedentes de los dos libros anteriores. En aquellos, la madre de Step fue infiel y el karma le supuso el alejamiento de su hijo y la muerte por cáncer. Pero por otro lado, el padre de Babi se empezó a liar con una brasileña y, como si fuese una liberación, se larga de su casa feliz y contento. Todo esto muestra que este autor es un hipócrita y un (otra vez más) machista redomado ¡OJO! No defiendo las infidelidades de mujeres porque sea mujer. Me parecen reprochables vengan del género que vengan. La cuestión es que no se puede usar una doble vara de medir según la cometa uno u otra. De todos modos, para que la historia le funcione, tiene que hacer ver que las mujeres son unas zorras que se tirarían a cualquiera que esté de buen ver a las primeras de cambio. Y, habiendo leído unas pocas reseñas que spoilean bastante cómo avanza el libro, hasta la protagonista acaba siendo lo mismo que ellas. Le acaba poniendo los cuernos a su marido que además, está paralítico, y lo hace como si fuese una prostituta a cambio de dinero para una operación de éste. Claro que lo hace gustosa. Nada de remordimientos. En fin.No obstante, de Sofia lo más tonto que veo es su promesa a Dios de no volver a tocar el piano, su pasión, a cambio de que Andrea no muriese. Seré yo que lo veo así, pero si podía ganar mucho más dando conciertos que de profesora, ella solita podría haber recaudado lo suficiente para la operación que le devolviese la capacidad de andar. Además, después del accidente, son los cirujanos y la fuerza o voluntad del paciente los que inclinan la balanza de la vida o la muerte. Dios tiene cosas más importantes en que pensar. Pero bueno, cada uno tiene sus creencias. Aún así, me mosquea que los cirujanos se pasen horas arreglando al pobre hombre y luego sea Dios el que se lleva el mérito.Que por otra parte, también me cabrea mucho que Sofia se niegue la posibilidad de disfrutar al menos de la música cuando ella no tuvo nada que ver en el accidente, aunque tuviesen una pelea tonta poco antes. Fue él el que puso su moto a 140 KM/h en mitad de la ciudad. Esa abnegación y dedicación total al marido me suena tanto a siglos pasados...Pero ya el remate definitivo por el que cerré el libro fue cuando, en el fatídico capítulo 10, Tancredi se va de caza. Allí ve a un ciervo adulto, una cierva y un cervatillo que apenas se tiene en pie. El guía, al ver que es una familia completa le dice que se vayan a buscar otras presas pero él dispara... y se carga al cervatillo a propósito. Y ahora, pensad en Bambi. No sé si habré sido la única que ha cerrado el libro para darle la patada llegados a este punto. No entiendo a cuento de qué viene semejante acto de violencia gratuita, de hijoputismo, de... de... No tengo palabras. me da igual lo que venga después, este cabrón no se merece ser feliz ni durante cinco minutos de su retorcida y cruel vida. Llegados a este punto sólo habría una cosa que me motivaría a seguir leyendo, que es cierto misterio de lo que ocurre con la hermana de Tancredi y que parece que es el desencadenante de su retorcido carácter. Pero, sinceramente, me importa un bledo. Hay cosas que no tienen justificación y ya he tenido bastante de estos capullos (protagonista y autor). Si al menos la chica me diese motivos para leer más... pero entre lo que he leído por la blogsfera y lo que sale en el libro tampoco es un gran acicate.No voy a valorar Esta noche dime que me quieres porque, realmente, no he leído la novela al completo para ser justa. De todos modos, spoileada a gusto con lo que sucedería a continuación, tengo claro que no llegaría ni al 3/10. Visto lo visto, me empieza a parecer hasta peligroso que este señor tenga el éxito que tiene entre mentes jóvenes. Una cosa es que quisiera tratar el tema de las infidelidades, que me parece muy bien e interesante, y otra lo que ha escrito aquí.