Se perfila como lectura pausada por lo que probablemente me ocupará casi toda la semana a pesar de su brevedad y, aunque tengo algunas dudas, probablemente con la siguiente lectura me vaya de viaje otra vez al Nuevo Mundo embarcándome en Lágrimas de oro de José Luis Gil Soto. Sin ser un tema de mis favoritos, lo cierto es que el autor me convenció y conquistó hace tres años con Madera de savia azul, una de esas novelas que jamás habría pensado que era para mí y disfruté muchísimo así que con toda probabilidad su nueva novela sea la que se venga conmigo la próxima semana a pasar unos días de playa, si el tiempo lo permite, y procesiones.
¿Y vosotros, qué leéis?