Poco nuevo os cuento este primer lunes de diciembre con respecto al pasado porque mis ambiciosos planes de entonces se quedaron en eso, en planes, porque de lo que tenía previsto solo leí Todo es posible de Elizabeth Strout y quedaron pendientes La caricia de la bestia de Cristina C. Pombo, que es mi actual lectura, y En el corazón de París de Virginia Gil Rodríguez, que ni siquiera he empezado.
Y no me engaño, esta vez no, y os anticipo que probablemente el próximo lunes os cuente más o menos lo mismo porque esta semana se presenta con muchos planes de ocio en este macropuente en el que, aunque no salgo de Madrid, voy a disfrutar de tener a mi familia de visita.
Y vosotros ¿qué leéis?