Revista Empresa

Está tu jefe suficientemente preparado¿?

Por Juanmartinezsalinas76

INTERNACIONAL-CLIMA-LIDERES

 

Según un informe elaborado por la consultora Randstad, el 52% de los empleados considera que los directivos de su empresa no están lo suficientemente cualificados para el puesto que ocupan. Esta encuesta se realizó a trabajadores para saber qué opinaban de sus jefes actuales.

Otro dato muy curioso es que el 49% de los trabajadores encuestados creen que estarían capacitados por su experiencia para ocupar puestos directivos. Más de un 80% de los trabajadores encuestados se niegan a ocupar este tipo de puestos por el aumento del estrés que les supondría el desempeñarlos.

No es un disparate afirmar que en las organizaciones hay déficit de buenos líderes porque normalmente muchos de los jefes han aceptado este tipo de responsabilidades por el mero aspecto económico o quizás porque otros más adecuados lo han rechazado. Normalmente, no asumen responsabilidad en todas las áreas que requieren de su destreza para ser buenos responsables. Estas personas marcan mucho las distancias con los miembros de sus equipos. Personalmente, creo que es una actitud errónea, pues debería ser uno más para crear la confianza y participación suficiente. Un rasgo que se debe trabajar mucho es la comunicación interdepartamental, para solucionar los problemas que surjan del trato diario. Es una forma de poder compartir vuestra experiencia y conocimiento con otros trabajadores de una forma interactiva. No olvidemos que los jefes también tienen mucho que aprender del resto de miembros de sus equipos porque nunca se sabe de todo. Es decir, deben apoyarse en sus compañeros de equipo para establecer sinergias y un adecuado trabajo de equipo donde la complementariedad y colaboración sean el espejo en el que se reflejen.

De la misma forma, un buen responsable debe involucrar a su equipo y hacerles partícipes de las cosas buenas y malas. El ser responsable de equipos conlleva mayor presión y responsabilidades y eso ha de estar claro desde el principio. Igualmente, será necesario incentivar y sacar lo máximo del equipo, siempre que esté bien planteado y no se imponga. Toda obligación porque sí, creará mal ambiente.

En ocasiones, será primordial hacer recapacitar a los miembros del equipo que su actuación y actitud en determinadas tareas no son las adecuadas, por lo que habrá que ayudarles a reconducirlas para evitar problemas mayores. En algún momento puntual en que las cosas se pongan feas, igual toca prescindir de algún miembro de vuestro equipo y proceder a despedirlos. Aquí, debéis ser francos y ser directos, comunicando tan pronto como lo sepáis, la decisión y las razones que conllevan a tomar esa medida, siempre de una forma compresiva. Pero no habrá que olvidar al resto del equipo, al que se le tendrá que explicar y aclarar posibles malentendidos o dudas creadas por esta situación.

Un buen jefe debe ser buen gestor de equipos y asuntos, para lo cual, precisa apoyarse y confiar en su equipos de trabajo. Igualmente, debe buscar soluciones a los problemas que surjan antes de buscar responsables. La eficacia y eficiencia de los equipos de trabajo depende en gran parte de su labor. Será fundamental  conseguir lo máximo y, para ello, el líder ha de ser el ejemplo a seguir que les ayude en todo lo que pueda.

Lideres
Desgraciadamente, no siempre es así y muchos jefes no son capaces de aportar soluciones a los problemas que surgen el día a día, no están dispuestos a escuchar ni apoyar a sus equipos de personas… Este tipo de comportamientos no será adecuado para crear un equipo sólido.

Los responsables han de ganarse a sus equipos día a día, demostrándoles de forma real que están capacitados para gestionarles y apoyándoles.

Por ello, una organización, ha de ser consciente que no todo el mundo vale para gestionar equipos de trabajo. Antes de decantarse por un candidato u otro, habría que responder: ¿Qué tipo de responsables queréis en vuestras compañías? y ¿Qué valores y capacidades deben tener?

Si ninguno de los aspirantes es adecuado y otros que sí que lo están declinan la oferta, habrá que recapacitar: ¿Por qué no quieren aceptar un ascenso? Y ¿Cómo podéis reconducirlo?

Lo más adecuado es que en toda organización, exista un programa de desarrollo personal de detección de las personas que tienen un perfil adecuado para ser responsables y trabajar con los que quieran desempeñar esos puestos en conformar una visión global, trabajando en todas las capacidades y áreas precisas para que, el día de mañana, estén preparados para dar el salto. Porque normalmente este tipo de personas tiene que saltar a la piscina de ser jefe sin estar preparado, aprendiendo a base de tortas porque en sus compañías prima la improvisación.

¿Qué pensáis?


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