Suele aplicarse este refrán a las personas a quienes se ha pasado la sazón o tiempo conveniente para su enseñanza. No habría inconveniente en extender su aplicación y uso contra los que intentan hacer o proseguir alguna cosa después de haber dejado perder la ocasión y tiempo oportuno. Una sola vez lo usa Cervantes, poniéndolo en boca de la sobrina de don Quijote, en el pasaje siguiente: "¿Qué es esto, señor tío ahora que pensábamos nosotras que vuesa merced volvía á reducirse en su casa y pasar en ella una vida quieta y honrada se quiere meter en nuevos laberintos haciéndose pastorcillo?
-Tú que vienes, pastorcico, tú que vas, pues en verdad que está ya duro el alcacer para zamponas.La Academia é Iriarte dicen:
-Ya está duro el alcacer para zampoñas.Mejores lecciones parecen la del Diálogo de las lenguas, idéntica a la del Comendador:
-Duro es el alcacer para Zamponas.Y las dos que se encuentran en la Colección de Zaragoza:
-Duro está el alcacer para zamponas y-Viejo es el alcacer para zamponas.
Esta última es muy parecida a la del Marqués de Santillana:
-Viejo es el alcacer para facer.En el mismo sentido puede usarse el refrán:
-Viejo es Pedro para cabrero.Más difícil que enseñar al que dejó pasar la edad conveniente es el arrancar los vicios de la persona que se ha endurecido en ellos, y por esto se dice:
-Malo es el zamarro de espulgar, y el viejo de castigar.