Está valorándose como un posible efecto secundario de la vacunación contra la Covid-19. La elevación de las transaminasas tras la administración de la vacuna coronavirus debe ser evaluada, dada la posibilidad de diagnosticar una hepatitis autoinmune.
Un estudio multicéntrico, con datos de nueve hospitales españoles -presentado en el 47º Congreso de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH)-. ha concluído que la elevación de las transaminasas tras la vacunación de la Covid puede desencadenar en una hepatitis autoinmune.
Los pacientes, 25, fueron vacunados con Pfizer, Moderna, Astrazeneca y Janssen.
El estudio documenta la alteración hepática en más de la mitad de los casos por lo que se establece una posible relación causal entre esos tratamientos preventivos y lesión hepática.
De esas 25 personas diagnosticadas de hepatitis, una padeció de manera grave la enfermedad y otras dos fallecieron.
Los autores de otro estudio reciente publicado en Hepatology han concluído algo muy similar, igualmente que la vacunación de la Covid puede estar asociada con daño hepático.
Dicha reacción adversa de estas vacunas no se produce de manera instantánea sino entre la segunda y tercera semana tras el pinchazo, según ambos estudios.
En el de Hepatology la lesión hepática asociada a la vacuna provocó una insuficiencia hepática fulminante en un paciente de los 87 participantes.
En esta caso fueron vacunados con Pfizer, AstraZeneca y Moderna. El 57 por ciento de los pacientes mostró características de hepatitis autoinmune.
Como se temía la celeridad con la que se fabricaron las vacunas Covid empieza a pasar factura a modo de efectos secundarios según pasa el tiempo de administración de las mismas. Lo de los trombos causados por la vacuna de AstraZeneca no fue una «anécdota» ni la única reacción adversa.
Luego vinieron los daños al corazón, como publicamos:
¿Se justifica la vacunación Covid de niños? Taiwan la ha parado por efectos adversos conocidos
Y luego lo de las irregularidades en la menstruación de las mujeres, también documentado que se produce tras la vacunación Covid. Así, suma y sigue.
Hace unos días contábamos que está apareciendo una nueva reacción adversa de estas inmunizaciones. Se trata de problemas en el aparato urinario. Puede provocar la denominada «vejiga hiperactiva» o aumentar los problemas de quien ya la padezca:
Estudian un nuevo efecto secundario de las vacunas Covid: irregularidades en el tracto urinario inferior (STUI)
Todos estos efectos secundarios y algunos más que no citamos por no cansar, son nuevos, no se detectaron en los ensayos clínicos que se hicieron para que estos tratamientos fuesen autorizados. Y si se detectaron no se les dió importancia.
Suele ocurrir que cuando aparecen los primeros daños se pone el foco en ello, como sucedió, pero una vez «terminada» la pandemia parece que no importan tanto las secuelas producidas por los tratamientos destinados a prevenir la enfermedad.
Y hay personas, como vemos, que se vacunaron para mantener su salud y perecieron por los efectos secundarios de estos fármacos, probados a toda velocidad.