
En una humilde granja en Wisconsin, vive Enoch Wallace, veterano de la guerra civil norteamericana, su vida es tranquila y monótona desde hace 124 años. Hasta que la CIA cobra un interés en él, y sus acciones producen un descubrimiento que puede traer graves consecuencias para el resto de la Humanidad. ¿Estaremos preparados para ello?
Antes de nada quiero decir que como bien habéis leído en la ficha técnica (sí, esa que no habéis leído), este libro está muy descatalogado; la edición que tengo yo es un préstamo y seguro que está en alguna biblioteca, pero olvidad una primera mano en este caso. Me parece una lástima, pero así son las cosas, un libro gana el premio Hugo (1964, por cierto), pero se termina perdiendo entre la marea de novedades anuales. En fines.
Estación de tránsito nos cuenta la historia de eso mismo, de una estación de tránsito por la que se ha incluido al fin la tierra en todo el conjunto galáctico: ahora ésta es un planeta al que se puede viajar desde otros muchos. Y sin embargo, tan solo el guardián de la estación, Enoch Wallace, conoce este hecho: la humanidad no está preparada para saberlo. Esto podría seguir así si no fuera porque Enoch, que vive en la América profunda, no envejece como debiera, y lleva más de cien años
Os explico esto porque aunque ya sabéis que no me gusta demasiado contaros de qué van las novelas, creo que lo que he tecleado arriba no es para nada la trama central del libro, sino más bien la idea de la que parte. Como podéis ver, es increíble. De veras, ¿qué les pasa a los autores por la cabeza para ser capaces de crear historias con tantísima originalidad? Me ha resultado una idea maravillosa, y eso es solo el principio; a medida que las páginas van pasando nos damos cuenta de que todas y cada una de las ideas que se nos presentan son increíbles (pero no increíbles de no creerlas, sino que son una gozada). Extraterrestres, objetos misteriosos, una religión perfecta, una chica sordomuda capaz de entender mejor que nadie, sombras extrañas, talismanes, envejecimientos ralentizados, más extraterrestres, café… y más extraterrestres. Si queréis algo de eso, este es vuestro libro.
También me ha sorprendido mucho –para bien- la escritura del autor. Me gusta la ciencia ficción pero por lo que he leído (y fans del género me lo han ratificado) muchas veces no está maravillosamente bien escrito puesto que lo importante es más la trama, la imaginación que se le echa, los mundos creados. Y oye, no pasa nada; cuando leo un libro así no suelo buscar una prosa perfecta. Sin embargo aquí me he encontrado unas descripciones increíblemente vívidas, parecía que estuviese allí con Enoch, en el primer capítulo parecía que oía las balas silbar a mi lado. Así que en este aspecto todo son aplausos para el señor Simak, que por supuesto me ha ganado (leería más libros de él, pero casi seguro que están descatalogados xD) y que sí, se merecía el premio Hugo seguro que con esta novela y con muchas otras, o eso pienso yo.
Pero. Y es que (casi) siempre hay un pero, uno que hace que titubee y no le dé ese cuatro que en un principio pensaba darle, porque en realidad si lo piensas más detenidamente no es tan estupendo. Y es que pese a todo lo estupendo que he mencionado con anterioridad (en este caso, lo que va antes del pero sí que cuenta)… Estación de tránsito tiene un grave error. Un error que no es más que el hecho de que para lo sumamente corto que es, la lectura se hace cuesta arriba. Porque durante las primeras páginas, y con primeras me refiero a “todas menos las 50 últimas”, apenas sucede nada. Tenemos muchísimas reflexiones que son interesantes, por supuesto, y de esto hablaré luego, pero sintiéndolo mucho si un libro aburre tanto y concentra tanta acción al final se me hace un poco cuesta arriba. Esto es lo malo que puedo destacar y probablemente la razón que hará que muchos dejen el libro: total, no pasa nada…
El caso es que en esa parte en la que no sucede gran cosa lo que hace Simak es introducir todas sus ideas acerca del universo, de la galaxia y de lo que podría o no pasar en el caso de que la Tierra llegara a una tercera guerra mundial. Que sí, que tiene ideas muy interesantes (ya lo he dicho, es jodidamente, con perdón, original, e impresiona) pero pienso que podría haber metido más acción, más trama de la que luego condensa al final. Quizás haberle dado más importancia a Lewis, quizás haber rememorado más visitas extraterrestres. No sé cómo podría haber sido mejor, pero el caso es que podría haberlo sido. Así y todo, no me arrepiento de haberlo leído y si alguien más lo ha hecho estaré encantada de tener una charla acerca de esa “enfermedad” que Ulises sugirió colocar… no digo nada más, que son spoilers, pero mandadme un mail o algo :P
