Estadio olímpico de Pekín by Herzog y de Meuron

Hoy os recomiendo el Estado olímpico de Pekín diseñado por Herzog y de Meuron, comunmente denominado “nido de pájaro”, que se construyó con el objetivo de ser el escenario principal de las pruebas olímpicas de atletismo, las ceremonias de inauguración y clausura, y algunos partidos del Torneo Olímpico de Fútbol durante las olimpiadas de Pekín 2008.

El Estadio diseñado por los suizos resultó ganador del concurso internacional convocado en 2002, gracias a la original propuesta, inspirada en la trama de un nido y formada por una miríada de ramas y entrelazamientos.

Desde la distancia, el estadio se parece a una gigantesca forma colectiva, como un buque cuyo borde ondulado se hace eco de las rampas de subida y bajada para los espectadores en el estadio. Desde este punto de vista lejano, se puede distinguir claramente no sólo la forma redondeada del edificio, sino también la rejilla de la estructura de carga, que encierra el edificio, pero que también parece penetrar en él.

Lo que se ve desde lejos como una configuración global de lineas claras y racionales, se evapora cuanto más cerca se llega, finalmente separándose en grandes componentes separados. Estos componentes parecen una maraña caótica de soportes, vigas y escaleras, casi como un bosque artificial.

Lo que hace todavía aún más complejo este proyecto es el hecho de que la “malla” no es sólo envoltura y cubierta, sino que alberga también las escaleras y es fachada.

El protagonista, entre los materiales, es sobre todo el acero del que están constituidas las diversas ramitas del nido; entre una y otra, una serie de “cojines” hinchables hacen que desde el exterior el estadio devuelva una imagen acolchada. Además del fuerte valor estético de este entramado, hay que subrayar la función estructural de los elementos de metal que, encontrándose y entrelazándose, se sustentan recíprocamente.

En correspondencia con la zona central, el techo es una membrana transparente, a través de la cual pasa la luz procedente del exterior. La parte restante de la estructura está cubierta por una capa translúcida que protege de los agentes atmosféricos y por una segunda capa que asegura el aislamiento acústico.