Por vez primera Podemos se sitúa como primera fuerza política según la encuesta del CIS del pasado Noviembre de 2.014. Fenómeno imparable, excepcional, un partido inexistente hace unos meses, se coloca como favorito en las próximas elecciones generales, terminando con décadas de bipartidismo en las que las dos formaciones mayorityarias, PP y PSOE, se disputaban la cuota de poder.
El Sr. Rajoy permanece inerte ante la adversidad en forma de caída libre que sufren los populares en intención de voto, la misma actitud sostenida hasta la saciedad en otros asuntos de mayor calado, como la votación ilegal en Cataluña y recuerda a otro gallego que se mantuvo largos años en el poder con la filosofía, ante dos montones de expedientes, de clasificarlos según aquellos que se habían visto resuletos por el tiempo y los otros en los que su paso se encargaría de solventarlos.
Sin embargo quien más respeto merece en todo este tinglado político, es el pueblo español. Ante los dislates de nuestros dirigentes, el robo masivo, las cuentas en paraísos fiscales, la financiación irregular de los partidos, el enriquecimiento personal de sus principales, la institucionalización de comisiones ilegales,la única respuesta de una población madura, sensata, y con un talante profundamente democrático, fue el castigo en las urnas y en la intención de voto. Bien hecho. Quien siembra vientos, recoge tempestades.