Estado policial, cuando nos multan por todo

o el absurdo de muchas prohibiciones

Creo que no somos conscientes de hasta qué punto existe una evolución en nuestra sociedad hacia un estado policial, y a veces estas cosas se observan también en los pequeños detalles, sin tener que irnos a las grandes represiones (que las hay continuamente aunque de forma velada).

Hoy quería referirme a un caso anecdótico, quizás de poca importancia en la globalidad de nuestro universo, pero que analizado con detenimiento y pensando en el origen de todo y en sus consecuencias, acabamos convencidos de que algo no está funcionando bien en nuestro país.

Es de suponer que el joven que fue multado hace unos días por ir al trabajo en bici mientras comía un cruasán habrá pensado en que una especie de estado policial se estaba instalando en su ciudad.

Lo cierto es… ¿alguno de nosotros es consciente en su totalidad de todas las cosas que nos están prohibidas? He dicho muchas veces en este blog que el desconocimiento de las normas y de las leyes no exime de su cumplimiento, pero también he dicho que hay muchas leyes, procedimientos y normativas absurdos, o bien en su planteamiento, o bien en su desarrollo y numerosas y estúpidas modificaciones a lo largo del tiempo. Nadie, ni siquiera quienes se ganan la vida con las leyes (abogados, asesores…) son capaces de estar al día y almacenar todas las obligaciones a las que alguna estúpida ley o normativa nos obliga.

Ir conduciendo en bicicleta mientras se come un cruasán implica conducir con una sola mano, pero… ¿se puede considerar eso como una conducción temeraria como ha sido calificado el asunto?

¿Cuántas veces conducimos nuestros vehículos con una sola mano?, y no hablo de que estemos hablando por el móvil.

¿Nos pueden multar a todos por conducir si no vamos agarrados con las dos manos al volante?

Ramón Cerdá