Crédito: Flickr / U.S. Mission Photo: Eric Bridiers
¿Cuando unes las palabras Estados Unidos y derechos humanos qué te viene a la cabeza? Métodos de tortura, ciber espionaje, Guantánamo, guerra contra el terrorismo, pena de muerte…Y podría seguir.
Esta semana el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, formado por 18 expertos independientes de distintos países, se ha reunido en Ginebra (donde se encuentra una de las 3 oficinas regionales de la organización) con una delegación de 32 oficiales norteamericanos para poner sobre la mesa las vergüenzas del abanderado sueño americano. En esta reunión, que sirve para que el Comité revise periódicamente el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos por parte de los estados que lo han ratificado, se recordó ayer que Estados Unidos incumple con su compromiso, dentro y fuera de casa.
Estados Unidos ratificó el tratado en 1992 pero según el Comité el país comete abusos en un amplio abanico de temas. Además, este grupo de expertos, que no responde al interés de ningún gobierno, también aprovechó la ocasión para demostrar su preocupación en temas que prácticamente ya forman parte del ADN norteamericano, como el uso de armas de fuego o la pena de muerte –practicada en 32 estados-.
De hecho, Walter Kälin, abogado suizo miembro del comité, apuntó en este sentido la noticia que ha ocupado más de una portada en Estados Unidos esta semana: Un tribunal de EUA ha liberado a un reo que pasó 30 años en el corredor de la muerte en una prisión de Luisiana. Glenn Ford, el reo liberado, se suma ya a otras 143 personas sentenciadas a pena de muerte exoneradas tiempo después. “144 casos de gente condenada a muerte de manera errónea es un número suficientemente impactante”, dijo Kälin. Apuntando también a la desproporcionada representación de afroamericanos sentenciados a pena de muerte Kälin añadió: “La discriminación es mala, pero cuando lleva a la muerte es inaceptable”.
Las deficiencias son subrayadas por parte del Comité, con sus contundentes preguntas, que van desde las muertes causadas por el uso de drones y la vigilancia masiva por parte de la NSA hasta el tratamiento humano de inmigrantes y prisioneros, especialmente contra la discriminación de minorías. Otros temas que ayer salieron a juicio fueron la segregación en las escuelas, los preocupantes niveles de personas sin techo y la criminalización de éstas, el maltrato de enfermos mentales y jóvenes en prisiones o la vigilancia masiva de las comunidades islámicas por parte de la policía de Nueva York.
“El gobierno de Estados Unidos tiene ahora una oportunidad para revertir su acción, remediar la violación de estos derechos y tomar acciones concretas como desclasificar el informe del Senado sobre la tortura por parte de la CIA”, dijo ayer Jamil Dakwar, director del Programa de Derechos Humanos de la Unión Americana de Libertades Civiles, también presente en Ginebra estos días. Y es que se pide a Obama que desclasifique y haga público el informe de 6.300 páginas sobre el uso de técnicas de tortura durante la administración Bush.
Aunque es cierto que a la práctica no implica ningún tipo de sanción, no está de más que Naciones Unidas ponga en una posición incomoda al gigante americano y le recuerde algo tan básico como que si un estado ratifica un tratado debe cumplirlo. No vale sólo con salir en la foto. Esta vez el país de Obama ha quedado bien retratado.
BLANCA BLAY
@blancablay
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