Barack Obama ha comparecido este jueves para expresar su "profundo pesar" por la muerte de dos rehenes -uno estadounidense y otro italiano- en un ataque antiterrorista llevado a cabo por Estados Unidos contra una base de Al Qaida en la frontera entre Pakistán y Afganistán. Los dos muertos son Warren Weinstein y Giovanni Lo Porto, secuestrados en 2011 y en 2012, respectivamente, mientras realizaban labores asistenciales en Pakistán.
El ataque fue realizado por un drone de la CIA, probablemente en territorio paquistaní, y en él falleció además un miembro de Al Qaida de nacionalidad estadounidense, Ahmed Farouq. Hasta ahora la información había estado clasificada, pero la presión del " Wall Street Journal", que había advertido a la Casa Blanca que pensaba publicarla, obligó a Obama a referirse públicamente al fracaso de esa operación. Previamente, el miércoles habló por teléfono con la viuda de Weinstein y se comunicó con el presidente italiano.
La oficina del presidente precisó que, aunque en ocasiones este autoriza específicamente determinadas operaciones, en este caso era una autorización genérica, pues no era para liberar rehenes ni asesinar algún especial dirigente de Al Qaida. Se desconocía la presencia en la base tanto de los cautivos como de Ahmed Farouq. El objetivo era simplemente aniquilar la base. "La operación se basó en inteligencia recogida por horas de vigilancia aérea; creímos que era un recinto de Al Qaida, pero pensamos que no había rehenes; no sabíamos que sus captores los tenían escondidos", explicó Obama.
"Como presidente y comandante en jefe asumo la responsabilidad de todos las operaciones antiterroristas. En nombre del Gobierno de Estados Unidos expreso mi más profundo pesar", declaró. Aseguró que desclasificaba la información "porque las familias tienen el derecho a conocer la verdad y porque somos una democracia. "La cruel verdad es que en ocasiones pueden cometerse errores mortales. Pero lo que nos hace excepcionales es confrontar nuestros errores, identificar lo que tenemos que aprender y estar seguros de que no se repiten".
El presidente de Estados Unidos dijo en su comparecencia que tras saber sobre el secuestro de Weinstein, de religión judía, ordenó a su equipo " hacer todo lo posible para liberarlo y traerlo a casa ". Indicó que su muerte, junto con la de Lo Porto, es "especialmente dolorosa", en un contexto de muchos éxitos en la lucha antiterrorista emprendida por EE.UU. tras el 11-S de 2001.
Según también anunció la Casa Blanca, en el mismo mes de enero otra operación antiterrorista acabó en la misma zona con la vida de Adam Gadahn, estadounidense sumado a las filas de Al Qaida y que se hizo notorio desde 2004 por aparecer en vídeos de la organización. En la actualidad era "vice emir" de Al Qaida en el subcontinente indio.
Por otro lado, Obama ha confirmado que el miércoles habló con la viuda del rehén estadounidense y con el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, para relatarles lo ocurrido y trasladarles personalmente el pésame.
Fuente: Agencias